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El convenio cerámico, más cerca a falta de los últimos flecos

25.07.2018 09:40

Una semana. Es justo el tiempo que queda para que venza el ultimátum que la patronal cerámica Ascer lanzó a los sindicatos para cerrar antes de las vacaciones estivales el nuevo convenio laboral del sector. Y, pese a que el reloj corre en contra de empresarios y sindicatos, el acuerdo está a punto de firmarse y solo un cambio radical en las posturas lo impediría. Las posiciones se acercaron en la reunión del pasado jueves y ayer los dos sindicatos constataron ese acercamiento, pero anunciaron la presentación de una contraoferta que podría servir para finiquitar los flecos que aún faltan por perfilar.

Si no son capaces de hacerlo, empresarios y representantes de los trabajadores se dejarían para septiembre unos deberes que no solo les afectan a ellos, sino a los más de 16.000 empleados que en la provincia están sujetos a este convenio. Y aunque fue la patronal la que lanzó un órdago según el cual su última oferta, que prevé subidas del 2,5% para este año y del 2,2% para los dos siguientes, vence el 1 de agosto, tampoco los sindicatos quieren dilatar las conversaciones. El representante de CCOO en el proceso, Jordi Riera, lo resume así: «No nos sentimos presionados por el ultimátum, pero una negociación de estas características implica elevadas dosis de responsabilidad».

CLÁUSULA DE REVISIÓN SALARIAL

La diferencia entre ambas partes es ahora mismo el hecho de que UGT y CCOO no quieren renunciar a que los empleados ganen poder adquisitivo aunque el Índice de Precios al Consumo (IPC) suba por encima de los porcentajes propuestos por la patronal, que décima arriba o abajo están acordados. Esta cuestión figurará seguro en la propuesta sindical, que llegará a la patronal a lo largo de esta semana para poder convocar una nueva reunión a principios de la semana próxima. El objetivo, según explicó Vicente Chiva (UGT), es que no haya una pérdida de poder adquisitivo «si por ejemplo los precios escalan hasta el 3%». En ese caso, la subida salarial que asumirían las compañías del sector se igualaría al indicador económico.

A cambio, la representación de los trabajadores podría flexibilizar su postura acerca de la reducción de la jornada anual. Una opción que sugirió el portavoz de CCOO, que ha adoptado un tono más conciliador, es que el convenio no contemple esta reivindicación pero que, de alguna forma, este elemento se pueda volver a negociar más adelante.

En un primer momento, las organizaciones sindicales propusieron que en el convenio figurara una bajada de 16 horas anuales, desde las 1.776 actuales a las 1.760. El pasado jueves, y según pudo saber Mediterráneo, ya redujeron la propuesta a ocho. Y ahora esta petición, que vendría a «aliviar la carga de trabajo que han soportado los operarios ante el aumento de producción de los últimos ejercicios» según fuentes sindicales, podría ser la gran perjudicada en aras del pacto.

Fuentes de Ascer también dejaron ayer la puerta abierta a cerrar el acuerdo, aunque aguardará a recibir la oferta de los sindicatos para valorarla. Quedan siete días, pero la solución está a punto: «Las posiciones están muy cercanas para dejarlas enfriar».