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La revolución de la cerámica para el interiorismo

25.06.2018 12:30

Desde el colectivo de diseñadores de interior vivimos con gran interés la revolución que está viviendo el azulejo como material.

La industria de la cerámica ha multiplicado las aplicaciones del producto, su calidad y el diseño hasta un punto impensable hace solo una década.

Y ello ha propiciado que los acabados cerámicos cobren un protagonismo inusitado dentro del interiorismo contemporáneo, superando sus propias limitaciones y ascendiendo escalones dentro de nuestra consideración.

El azulejo se ha abierto a nuevos espacios y ha conseguido completar con acierto su propia senda ascendente.

En este sentido, es importante destacar la labor que han realizado las grandes marcas del sector. Con su esfuerzo en márketing y promoción han ido cambiando paulatinamente el concepto y se han acercado con esmero a la cultura de los proyectos. Este hecho, que en la actualidad ya es una realidad, no tenía cabida tiempo atrás, cuando la cerámica quedaba recluida en zonas muy acotadas como las cocinas o los baños.

Hoy es un material muy competitivo en fachadas, cubiertas, pavimentos, revestimientos, en interiores, en exteriores... El cambio ha sido muy reseñable.

Ha sido un proceso lento, pero continuo, pero que está dando resultados. De hecho, cualquier estudio de arquitectura o interiorismo en España ya tienen en cuenta la cerámica como un material con valor añadido y a considerar a la hora de llevar a cabo cualquier proyecto por sus prestaciones técnicas y su abanico casi infinito de lenguajes estéticos que puede adoptar.

Para los diseñadores de interior, cada año Cevisama supone una cita de obligada visita. El certamen como institución se vuelca con el colectivo de diseñadores con la programación de su ciclo paralelo de conferencias, en el que este año han participado, sin ir más lejos, dos premios Pritzker de arquitectura.

Pero el potencial del evento va más allá para nuestro colectivo: es un referente nacional e internacional y a nosotros nos permite conocer con detalle las últimas propuestas de producto de un sector en continuo movimiento y, al mismo tiempo, recopilar las últimas tendencias estéticas imperantes en todo el mundo, ya que el clúster azulejero posee una visión plenamente global y receptiva a todas las modas.

Otro aspecto que me ha sorprendido es la labor de buena parte de las empresas del sector por ser proactivas, por hablar nuestro mismo lenguaje y por ofrecernos, sin que nosotros lo pidamos, novedades que nos aportan soluciones para resolver nuestros futuros proyectos con profesionalidad y, a la vez, singularidad.

La evolución del azulejo, por tanto, me gusta calificarla más bien de revolución. Con el tiempo, el material ha pasado de ser un complemento puntual a poder ser protagonista y a satisfacer los requerimientos de cualquier profesional, incluidos los grandes estudios mundiales.

Es un sector maduro y el mejor exponente es la gran inversión realizada por las azulejeras, incluso, en la época de la crisis económica, que se ha saldado con un abanico aún más amplio de acabados.

Las láminas porcelánicas, las piezas que reproducen con total precisión la madera o la piedra, las diseñadas específicamente para fachadas o los nuevos formatos XXL ejemplifican esta reinvención constante de la cerámica del siglo XXI.