Ascer advierte de consecuencias "muy negativas" de un estado de alarma largo para el azulejo

La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) ha alertado de que la propuesta del Gobierno central de prolongar el estado de alarma durante seis meses más comportará consecuencias económicas «muy negativas». La patronal cerámica ha advertido del impacto de la mencionada propuesta sobre el mercado internacional, clave para el sector, y los efectos «irreparables» que podría tener sobre las ventas y la recuperación de la industria.

A su vez, Ascer ha instado al ejecutivo a tomar medidas que den «confianza y estabilidad en un país ya muy dañado por las consecuencias económicas generadas por el covid-19» Desde la entidad han apuntado en este sentido que «para un sector que vende el 75% de su facturación en los mercados internacionales esta medida lanza un mensaje de pesimismo y de incapacidad para lidiar con el virus en el corto y medio plazo». Además, consideran que «transmite una imagen de país donde albergar cualquier actividad comercial internacional será imposible hasta bien entrado el 2021», han añadido.

Desde Ascer han recordado la exposición del sector a la competencia internacional y el impacto de la crisis: «La dureza de la situación económica es extrema y la industria reitera una vez más la necesidad de que las diferentes administraciones tomen medidas urgentes para la reactivación de la industria y de la economía».

IMPACTO 

Y es que la actividad del sector azulejero supone uno de los principales motores económicos en el caso de la provincia. De hecho, las fábricas dedicadas a la cerámica, tal y como informó este periódico, están experimentando un retroceso menor en lo que a exportaciones se refiere, con una merma del 3,6% frente al 9,5% que registran los datos en conjunto de Castellón. Esto es debido a la internacionalización y la versatilidad de las empresas. 

EL SECTOR PIDE LIQUIDEZ

El sector azulejero, a través de la patronal Ascer, ha insistido en la necesidad «urgente» de inyectar liquidez a las empresas y ampliar los periodos de carencia de los créditos ICO «para garantizar la supervivencia de empresas ante la incertidumbre generada por esta nueva ola».

Además, advierten de que «si no se ponen medidas, la capacidad de consumo y la confianza de los consumidores caerá arrastrando a todos aquellos sectores no esenciales», con el cierre de empresas e incremento del desempleo.

REUNIÓN DE PUIG CON LA CEV

Los empresarios valencianos se reunieron ayer con el president de la Generalitat, Ximo Puig, al que presentaron un plan de acción elaborado por la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) para fortalecer la industria autonómica, y que cifra en 330 millones de euros el apoyo público anual necesario para que la industria manufacturera actúe como elemento tractor hacia un nuevo modelo económico tras la pandemia del covid-19 que ha afectado en gran medida a las empresas.

Según declaró el presidente de la Comisión de Industria de esta entidad, Vicente Lafuente, la inyección económica propuesta en este documento «permitiría generar un tejido productivo sostenible, innovador y de alto valor añadido que actúe como elemento tractor de la transición hacia un modelo económico sostenible y resiliente». «Se trata de un elemento estratégico para el desarrollo y competitividad de nuestro territorio y para que su efecto arrastre sobre otros sectores de la economía, la calidad del empleo y su capacidad de innovación y de incorporación de tecnología repercute sobre toda la sociedad», dijo.