INDUSTRIA

España generará un déficit de 2,74 millones de viviendas hasta 2039

Construcción de viviendas en Barcelona.
Gabriel Santamarina

España generará un déficit de 2,74 millones de viviendas hasta el año 2039, teniendo en cuenta la creación de hogares prevista y el número de inmuebles que se construyen al año. Según un informe realizado por la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE) y la consultora Colliers, esta situación se debe por la entrada masiva de inmigración y a la reducción del tamaño de las familias, en el caso de la demanda, y de la falta de suelo finalista, en el lado de la oferta.

«Estados Unidos tardó siete en llevar un hombre a la luna. España tarda el doble en desarrollar un ámbito urbanístico», resumió de forma irónica Mikel Echavarren, presidente y consejero delegado de la firma coautora del estudio, que certifica que la transformación de un suelo desde que deja de estar clasificado como rústico hasta que se convierte en consolidado y listo para edificar es un proceso «complejo y lento». «El tiempo medio necesario para desarrollar nuevos proyectos es de entre diez y quince años, llegando a superar los veinte en algunos casos», añade.

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Teniendo en cuenta los visados de obra y la creación neta de hogares, entre 2014 y 2023, España ha acumulado un déficit de 408.000 viviendas. «Esta situación no parece que vaya a mejorar en los próximos lustros, ya que, atendiendo a las proyecciones del INE, la creación de hogares se incrementará en 250.000 unidades al año y el tamaño medio de estos seguirá reduciéndose. Con estas variables, de no buscar alternativas y mantenerse las cifras de producción existentes, en torno a 88.000 nuevas viviendas al año, el déficit aumentará de manera exponencial, alcanzando en 2039 un total superior a los 2,74 millones de unidades», destaca el informe.

Xavier Vilajoana, presidente de la patronal de los promotores, añade: «Es un problema gigantesco que habrá que resolver. El principal es la dificultad de acceso a la vivienda y se está regulando sin tener en cuanta a los profesionales del sector. La situación es la consecuencia del trabajo no realizado en los últimos años».

La patronal y la consultora destacaron los largos e inciertos plazos que sufre el urbanismo para desarrollar nuevo suelo, actividad para la que no existe financiación y lo llevan a cabo principalmente grupos familiares que son los históricos propietarios de los terrenos. Los tiempos más largos, entre seis y ocho años, los ocupa la modificación de un plan general o de la norma equivalente; mientras elaborar un plan parcial requiere entre uno y tres años, los proyectos de reparcelación y urbanización entre uno y dos (se pueden simultanear) y las obras de urbanización entre uno y dos ejercicios.

Los causantes de la dilación en los plazos, según el mencionado informe, son la complejidad regulatoria y que las competencias están divididas entre diferentes administraciones, la inseguridad jurídica que genera que se pueda impugnar una actuación por defectos de forma, la lentitud de plazos debido a que la normativa es laxa, las estructuras de propiedad complejas y la falta de coordinación entre los registros, la inexistencia de financiación, la normativa obsoleta y los cambios políticos.

Entre las soluciones a corto plazo propuestas por la patronal de los promotores y Colliers están incentivar a través de ayudas la rehabilitación del parque existente, introducir facilidades para la finalización de obras con la construcción paralizada (conocidos como WIP), la flexibilización de cambios de uso en ámbitos existentes y permitir que parcelas en las que no se ha construido puedan variar su uso a residencial destinando una parte a vivienda protegida.