DISEÑO El palacio que alberga Casa Decor: del semiabandono a su millonaria reforma
Propiedad de Pescaderías Coruñesas, no se puede visitar habitualmente, pero durante las últimas semanas está albergando la conocida pasarela de arquitectura, interiorismo y decoración 04 mayo 2024 10:33
«Nosotros tenemos una ruta que se llama ‘Cotilleos de Palacio’, donde visitamos diez palacios de la zona. Entre ellos, el Palacete de Juan March; el de Saldaña, que ahora alberga el restaurante Abya; o el Palacio de Basilio Aviar, que es la sede de la Presidencia de la ONCE. Pero el de la Trinidad, que también está en la ruta, es sin duda el más desconocido. Hemos tenido gente del mismo barrio que no sabían ni que estaba». Quien habla (y sabe de lo que habla) es Álvaro Llorente, historiador y responsable de la empresa de visitas guiadas Madrid en la palma de tu mano.
«Han estado de obras hasta el pasado diciembre y el palacio ha quedado espectacular», explica sobre el Palacete, situado en el distrito de Salamanca, muy cerca del intercambiador de Avenida de América -se accede por Francisco Silvela-, y que estos días está brillando con luz propia al acoger Casa Decor, la plataforma de interiorismo, diseño, tendencias y estilo de vida que se celebra cada año en Madrid desde 1992.
Durante años, la construcción ha estado cerrada al público -y lo sigue estando- y su majestuosidad solo se puede intuir desde la acera contraria de Francisco Silvela, ya que una enorme tapia de ladrillo impide ver parte del edificio y sus espléndidos jardines.
Ordenado construir por Doña Ángeles Gutiérrez Suárez, de la alta burguesía, en 1928, en un terreno de su propiedad, el Palacio ha sido testigo directo de la historia de nuestro país. «Fue usado como cárcel durante la Guerra Civil por los republicanos y luego como cárcel franquista en la posguerra, además de albergar diferentes instituciones y organismos», relata Llorente sobre el edificio, construido por el arquitecto Luis Alemany Soler, que 20 años más tarde construiría junto a Manuel Muñoz Monasterio el estadio Santiago Bernabeu.
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Durante la dictadura fue sede de los sindicatos verticales -el Estado lo compró en 1946- y ya en la Transición albergó el Ministerio para las relaciones con las Comunidades Europeas, para luego ser sede de la Secretaría de Estado de Política Exterior y del Instituto Cervantes hasta 2008, pasando luego a ser gestionado por la CEOE. En 2011 quedó en estado de semiabandono y salió a subasta pública tres años más tarde.
Rehabilitación millonaria
Pese a que la finca, de 3.600 metros cuadrados, estaba valorada en 6,4 millones de euros, Pescaderías Coruñesas, propietario de numerosos negocios (rescató el histórico restaurante Lhardy) e inmuebles en Madrid, lo adquirió por mucho menos, concretamente por 1,5 millones, debido a su mal estado de conservación. «La rehabilitación ha tenido que ser millonaria para dejarlo así, está espectacular. Tiene unas cerámicas, unas tejas y unas yeserías únicas», estima Llorente sobre el edificio.
De planta cuadrada, el Palacete tiene semisótano, planta baja, principal, segundo y ático en los torreones. De estilo regionalista tardío, la fachada está decorada con diversos elementos neoplaterescos y neobarrocos de aire andaluz. La finca tiene una edificación auxiliar, adosada a la portería y que en la época en que se construyó eran las oficinas del marido de Ángeles Gutiérrez, además de oficinas administrativas y dormitorios de invitados.
Texto: Roberto Bécares
«Nosotros tenemos una ruta que se llama ‘Cotilleos de Palacio’, donde visitamos diez palacios de la zona. Entre ellos, el Palacete de Juan March; el de Saldaña, que ahora alberga el restaurante Abya; o el Palacio de Basilio Aviar, que es la sede de la Presidencia de la ONCE. Pero el de la Trinidad, que también está en la ruta, es sin duda el más desconocido. Hemos tenido gente del mismo barrio que no sabían ni que estaba». Quien habla (y sabe de lo que habla) es Álvaro Llorente, historiador y responsable de la empresa de visitas guiadas Madrid en la palma de tu mano.
«Han estado de obras hasta el pasado diciembre y el palacio ha quedado espectacular», explica sobre el Palacete, situado en el distrito de Salamanca, muy cerca del intercambiador de Avenida de América -se accede por Francisco Silvela-, y que estos días está brillando con luz propia al acoger Casa Decor, la plataforma de interiorismo, diseño, tendencias y estilo de vida que se celebra cada año en Madrid desde 1992.
Durante años, la construcción ha estado cerrada al público -y lo sigue estando- y su majestuosidad solo se puede intuir desde la acera contraria de Francisco Silvela, ya que una enorme tapia de ladrillo impide ver parte del edificio y sus espléndidos jardines.
Ordenado construir por Doña Ángeles Gutiérrez Suárez, de la alta burguesía, en 1928, en un terreno de su propiedad, el Palacio ha sido testigo directo de la historia de nuestro país. «Fue usado como cárcel durante la Guerra Civil por los republicanos y luego como cárcel franquista en la posguerra, además de albergar diferentes instituciones y organismos», relata Llorente sobre el edificio, construido por el arquitecto Luis Alemany Soler, que 20 años más tarde construiría junto a Manuel Muñoz Monasterio el estadio Santiago Bernabeu.
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Durante la dictadura fue sede de los sindicatos verticales -el Estado lo compró en 1946- y ya en la Transición albergó el Ministerio para las relaciones con las Comunidades Europeas, para luego ser sede de la Secretaría de Estado de Política Exterior y del Instituto Cervantes hasta 2008, pasando luego a ser gestionado por la CEOE. En 2011 quedó en estado de semiabandono y salió a subasta pública tres años más tarde.
Rehabilitación millonaria
Pese a que la finca, de 3.600 metros cuadrados, estaba valorada en 6,4 millones de euros, Pescaderías Coruñesas, propietario de numerosos negocios (rescató el histórico restaurante Lhardy) e inmuebles en Madrid, lo adquirió por mucho menos, concretamente por 1,5 millones, debido a su mal estado de conservación. «La rehabilitación ha tenido que ser millonaria para dejarlo así, está espectacular. Tiene unas cerámicas, unas tejas y unas yeserías únicas», estima Llorente sobre el edificio.
De planta cuadrada, el Palacete tiene semisótano, planta baja, principal, segundo y ático en los torreones. De estilo regionalista tardío, la fachada está decorada con diversos elementos neoplaterescos y neobarrocos de aire andaluz. La finca tiene una edificación auxiliar, adosada a la portería y que en la época en que se construyó eran las oficinas del marido de Ángeles Gutiérrez, además de oficinas administrativas y dormitorios de invitados.
Texto: Roberto Bécares