DISEÑO

La cerámica de Castellón contrata cada día a tres personas en el comienzo del año

El primer trimestre rompe la tendencia a la baja, lo que se une a datos esperanzadores en producción y ventas al exterior
Imagen de archivo de la industia azulejera de Castellón.
Bartomeu Roig

El 2024, a efectos de análisis económicos, no ha hecho más que comenzar. Por el momento ya hay datos correspondientes al primer trimestre del año, y pese a que todavía quedan muchos meses para cerrar el ejercicio, hay algunas cifras relacionadas con el sector de la cerámica de Castellón que invitan a un cierto optimismo. Esto es lo que se puede interpretar con los datos de afiliación a la Seguridad Social en la industria azulejera.

El techo de los últimos años se alcanzó en el segundo trimestre del 2022, con 15.615 trabajadores. A partir de ese momento, con la brutal subida de los precios en el gas y la electricidad, unido a los efectos de la guerra en Ucrania, el número de cotizantes descendió de manera paulatina hasta alcanzar los 13.308 a finales del 2023.

En cambio, el periodo comprendido entre enero y marzo del presente año ha tenido una evolución positiva. Se deja de perder afiliación y se produce un ligero incremento, hasta las 13.542. Son 234 más, muy poco en comparación a los 2.000 puestos de trabajo destruidos desde el 2022, pero esta subida del primer trimestre equivale a tres incorporaciones al día, si se excluyen los días festivos. En el conjunto de la Comunitat, el personal afiliado en la industria cerámica es de 13.744 personas.

Comparativa

Estos datos también permiten hacer una perspectiva de la historia reciente en el sector. La crisis sufrida en los dos últimos años ha sido de una enorme gravedad, pero antes de la pandemia, en el comienzo del 2020, los afiliados eran 13.383. Menos de los que hay ahora.

Los datos confirman las valoraciones que hicieron recientemente las empresas de trabajo temporal. Desde el Grupo Noa’s, Carlos Salas expuso a este periódico que en las últimas semanas se dieron peticiones para incorporar a personal. «Hay plantas que estaban paradas y están retomando la actividad, abriendo hornos o poniendo en marcha líneas», comentó.

Todo esto llega después de situaciones traumáticas, como los despidos colectivos que han afectado a diferentes empresas. Algo que ha continuado en el arranque de año con el ERE de Roca Tiles, en la Vall. En cambio, los paros temporales (ERTE), van a menos.

Además del indicador laboral, hay más elementos favorables. Uno es el índice de producción industrial. El mes de enero hubo un crecimiento de apenas una décima respecto al resultado de enero del 2023, mientras que en febrero la subida se elevó al 4,4%. De esta manera se puso fin a una racha de ocho meses consecutivos de caída.

Ventas

El apartado de exportaciones todavía no registra números positivos. Transcurridos los dos primeros meses de este año, el resultado es de un retroceso del 5,29%. Eso sí, la situación tiende a estabilizarse, porque en el mismo periodo del 2023 el descalabro llegó a ser del 13,84%. Son los clientes europeos los que cuentan con una trayectoria más adversa, ya que el Reino Unido (-12%), Italia (-18%) y Alemania (-15%) descienden a doble dígito. En cambio, los mercados de Estados Unidos (+16,2%) o Marruecos (+14,6%) mejoran.

El presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, ya indicó en la pasada edición de Cevisama que este año iba a ser de «leve crecimiento». La principal cautela tiene que ver con el estancamiento del sector de la construcción en mercados clave.