DISEÑO Una reflexión arquitectónica a través de la cerámica de APE Grupo
Jóvenes arquitectos de todo el mundo diseñan el jardín de La Rosaleda de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, en un taller de proyectos dirigido por Jesús Aparicio y Héctor Fernández Elorza 28 octubre 2024 11:09
Cuando en un mismo contexto se reúne talento, creatividad, implicación, conocimiento y ganas de trabajar, los resultados son excepcionales. Esta circunstancia se ha dado en el transcurso de cinco intensos días, en los que 34 jóvenes arquitectos seleccionados de diferentes universidades españolas e internacionales, se han sumergido en el diseño de un proyecto efímero en los jardines de La Rosaleda (Pabellón de descanso) del edificio de la Escuela de Arquitectura de Madrid (ETSAM).
Este es el ejercicio en el que han estado trabajando y profundizando los jóvenes arquitectos durante el Taller de Proyectos La Rosaleda Gallery, una iniciativa puesta en marcha por APE Grupo para acercar el conocimiento de la cerámica y sus materiales en el ejercicio de la arquitectura entre los futuros profesionales.
Tutelados por los profesores de la ETSAM, Jesús Aparicio y Héctor Fernández Elorza, los arquitectos seleccionados han explorado la riqueza de los materiales cerámicos de APE Grupo, profundizando en el material y aprovechando todo su potencial matérico.
Los trabajos presentados
El proyecto Refugio de Luz desarrolla una instalación en la misma Rosaleda utilizando el espacio central de la misma. En él, se levanta una gran caja, un refugio de luz, que acoge un espectáculo de luces y sombras, a través del uso de la celosía Occhiata. Es un proyecto constructivo y volumétrico que muestra la gran capacidad de esta pieza tridimensional para configurar los espacios. La celosía teje los muros en diferentes patrones, creando un gran espacio interior multifuncional. Cada muro presenta un diseño o patrón particular de la celosía, en función de la ventilación y la incidencia de la luz, para lograr el efecto buscado.
Con Evanescencia cerámica se genera un espacio intermedio entre el paisaje de la Rosaleda (conservado como espacio verde) y el campo de rugbi adyacente. Instalada sobre una plataforma elevada, una ligera pérgola cerámica desarrolla un lugar de sombras para el descanso y la interconexión. Las piezas Acquarella en malva se colocan formando degradados en el gran plano de sombra en alto, que nos conecta con el campo de deporte. Al fondo del manto cerámico, sobresale el emblemático edificio La Corona de Espinas, de Fernando Higueras.
El trabajo Romeo y Julieta busca entrelazar los elementos que han quedado a lo largo de los años en el jardín de la Rosaleda, a través de la intervención de dos piezas únicas alineadas entre sí, que trazan una línea imaginaria que integra el caos de las diferentes instalaciones. Con Genuine, una pieza cerámica roja y volumétrica de gran lenguaje expresivo y matérico, se establece un diálogo a través del color entre una terraza del edificio de la ETSAM y una mesa situada al final del gran jardín. Como si de una obra de arte se tratara, el proyecto nace de un inicio y un final, y la línea que genera, establece el sistema del conjunto de elementos del entorno.
La instalación Manto de Escamas tiene la intencionalidad de conectar el gran espacio verde a través de un gran un umbráculo que parte desde la azotea de la Escuela de Arquitectura y que recubre todo el área, desde la fachada hasta el final del jardín. Miles de piezas de cerámica en forma de escama de la colección Mambo, proyectan una desmaterialización de este material, y quedan suspendidas dibujando trazados con cambios de densidad. La gran sábana cerámica nos transmite transparencia y ligereza ante la rotundidez del entorno.
Un gran cartel de profesores y arquitectos en ejercicio han guiado a los participantes en sus proyectos a través de conferencias y correcciones de los trabajos. Estos han sido Giancarlo Floridi (Onsitestudio, Milán), Ricardo Bak Gordon (Bak Gordon, Lisboa), Íñigo García Odiaga (Vaumm architects, San Sebastián), Carmen Moreno, Juan Domingo Santos (Granada), Alberto Campo Baeza, Emilio Tuñón, María José Aranguren e Ignacio Vicens.
Cuando en un mismo contexto se reúne talento, creatividad, implicación, conocimiento y ganas de trabajar, los resultados son excepcionales. Esta circunstancia se ha dado en el transcurso de cinco intensos días, en los que 34 jóvenes arquitectos seleccionados de diferentes universidades españolas e internacionales, se han sumergido en el diseño de un proyecto efímero en los jardines de La Rosaleda (Pabellón de descanso) del edificio de la Escuela de Arquitectura de Madrid (ETSAM).
Este es el ejercicio en el que han estado trabajando y profundizando los jóvenes arquitectos durante el Taller de Proyectos La Rosaleda Gallery, una iniciativa puesta en marcha por APE Grupo para acercar el conocimiento de la cerámica y sus materiales en el ejercicio de la arquitectura entre los futuros profesionales.
Tutelados por los profesores de la ETSAM, Jesús Aparicio y Héctor Fernández Elorza, los arquitectos seleccionados han explorado la riqueza de los materiales cerámicos de APE Grupo, profundizando en el material y aprovechando todo su potencial matérico.
Los trabajos presentados
El proyecto Refugio de Luz desarrolla una instalación en la misma Rosaleda utilizando el espacio central de la misma. En él, se levanta una gran caja, un refugio de luz, que acoge un espectáculo de luces y sombras, a través del uso de la celosía Occhiata. Es un proyecto constructivo y volumétrico que muestra la gran capacidad de esta pieza tridimensional para configurar los espacios. La celosía teje los muros en diferentes patrones, creando un gran espacio interior multifuncional. Cada muro presenta un diseño o patrón particular de la celosía, en función de la ventilación y la incidencia de la luz, para lograr el efecto buscado.
Con Evanescencia cerámica se genera un espacio intermedio entre el paisaje de la Rosaleda (conservado como espacio verde) y el campo de rugbi adyacente. Instalada sobre una plataforma elevada, una ligera pérgola cerámica desarrolla un lugar de sombras para el descanso y la interconexión. Las piezas Acquarella en malva se colocan formando degradados en el gran plano de sombra en alto, que nos conecta con el campo de deporte. Al fondo del manto cerámico, sobresale el emblemático edificio La Corona de Espinas, de Fernando Higueras.
El trabajo Romeo y Julieta busca entrelazar los elementos que han quedado a lo largo de los años en el jardín de la Rosaleda, a través de la intervención de dos piezas únicas alineadas entre sí, que trazan una línea imaginaria que integra el caos de las diferentes instalaciones. Con Genuine, una pieza cerámica roja y volumétrica de gran lenguaje expresivo y matérico, se establece un diálogo a través del color entre una terraza del edificio de la ETSAM y una mesa situada al final del gran jardín. Como si de una obra de arte se tratara, el proyecto nace de un inicio y un final, y la línea que genera, establece el sistema del conjunto de elementos del entorno.
La instalación Manto de Escamas tiene la intencionalidad de conectar el gran espacio verde a través de un gran un umbráculo que parte desde la azotea de la Escuela de Arquitectura y que recubre todo el área, desde la fachada hasta el final del jardín. Miles de piezas de cerámica en forma de escama de la colección Mambo, proyectan una desmaterialización de este material, y quedan suspendidas dibujando trazados con cambios de densidad. La gran sábana cerámica nos transmite transparencia y ligereza ante la rotundidez del entorno.
Un gran cartel de profesores y arquitectos en ejercicio han guiado a los participantes en sus proyectos a través de conferencias y correcciones de los trabajos. Estos han sido Giancarlo Floridi (Onsitestudio, Milán), Ricardo Bak Gordon (Bak Gordon, Lisboa), Íñigo García Odiaga (Vaumm architects, San Sebastián), Carmen Moreno, Juan Domingo Santos (Granada), Alberto Campo Baeza, Emilio Tuñón, María José Aranguren e Ignacio Vicens.