INDUSTRIA

Felipe Peraire: «La venta de Baldocer garantiza los puestos de trabajo»

El hasta ahora propietario de la firma cerámica indica que funcionará de forma independiente tras formar parte de Lamosa
Imagen del estand de la compañía cerámica Baldocer en la última edición de la feria Cevisama.
B. Roig

Es una de las informaciones más relevantes de los últimos meses en el sector cerámico de Castellón, y llega justo en las vísperas de una de las semanas más importantes de la industria, con la celebración de la feria Cersaie, en Bolonia. Una de las firmas más importantes, Baldocer, cambia de manos tras el anuncio de su compra por parte de la multinacional mexicana Lamosa.

Para ello, este grupo internacional abonará un mínimo de 425 millones de euros. «Será cubierta mediante dos pagos, el primero por 354 millones de euros al momento del cierre de la operación, y el segundo pago en 2025 por un monto no menor a 71 millones, que pudiera variar en función de sus resultados. La transacción en términos de valor de la empresa será libre de deuda neta y estará sujeta a los ajustes acostumbrados en este tipo de operaciones», informa el grupo.

Su hasta ahora propietario, Felipe Peraire, que fundó la compañía hace 29 años, en declaraciones a Mediterráneo, se muestra satisfecho con el resultado de la operación. El cortejo ha sido largo. «La primera vez que se interesaron por la compra fue hace cinco años», detalla, quien asegura que el acuerdo «garantiza el mantenimiento de los puestos de trabajo», además de una amplia autonomía. «Baldocer seguirá como marca independiente, con su línea de productos», comentó.

Lamosa ya entró hace dos años en el mercado español, mediante la compra de la división cerámica del grupo Roca, lo que incluyó Cerámicas Belcaire, en la Vall d’Uixó. Pese a compartir dueño, Felipe Peraire comenta que la relación entre estas firmas «no irá más allá de unas sinergias».

La compra incluye las firmas Baldocer y Azulejos Benadresa, además de una compañía distribuidora, Dilmun. En esta ecuación no está incluida la planta de Vila-real, sin actividad desde hace más de un año, así como el centro logístico construido en Vall d’Alba en el 2021 con 85.000 metros cuadrados en una parcela de casi 260.000 de extensión.

Como es habitual en estos casos, la operación está sujeta a las aprobaciones corporativas y legales aplicables a este tipo de transacciones, según señala Lamosa. Una vez cumplidos estos trámites, Felipe Peraire dejará de ser el propietario, aunque señala: «Seguiré ayudando a la empresa al menos por dos años, para llevar a cabo la transición» entre el rumbo de una empresa de capital familiar a otro controlado por uno de los gigantes a nivel mundial.

Apunta que su salida está motivada «porque ya tengo una edad, y quiero vivir la vida con más calma». A pesar de ello, no abandonará la actividad empresarial. «Estoy en la promoción inmobiliaria para tener una distracción», con el proyecto de Torre Colomera, en Orpesa, de las que ya ha empezado la construcción de la primera fase de viviendas y que piensa culminar con un hotel.

Baldocer se suma al listado de empresas en las que entra el capital extranjero. El caso más parecido es el de Keraben, en el 2017, por parte de la multinacional británica Victoria PLC, y que posteriormente incorporó a Saloni e Ibero. También en el 2017 el fondo Lone Star compró Esmalglass, ahora grupo Altadia.