ECONOMÍA Las previsiones de BBVA sobre la economía y la cerámica de Castellón
Su servicio de estudios destaca el impacto de la reducción del precio del gas y el empuje de la actividad turística en la provincia 15 mayo 2024 10:11
Dinamismo, aceleración y crecimiento fuerte. Estas son las principales ideas del informe que el centro de estudios de BBVA ha elaborado sobre la situación de la Comunitat Valenciana. Y dentro de estas perspectivas positivas para el 2024 se ha destacado la evolución positiva de la principal actividad de Castellón, la cerámica.
El responsable de análisis económico de BBVA Research, Rafael Doménech, mencionó que en estos momentos «la producción industrial se recupera, y esto se nota en aspectos como la caída del precio del gas, que se encuentra en un nivel aún superior pero muy parecido al que había antes del 2020».
Repunte del azulejo
Doménech añadió que hay «sectores con fortaleza, como el azulejo, que ha repuntado». Una impresión que concuerda con la manifestada semanas atrás por un estudio de la consultora Deloitte, que cifró en un 14% el incremento de beneficios brutos al término del presente año.
En el apartado laboral, se ha detectado un ligero incremento de la afiliación en esta industria, además de una disminución en el paro al cierre de abril.
Otro efecto favorable que se espera para los próximos meses es una reducción de los tipos de interés que, junto al «mantenimiento de los precios de la energía en cotas bajas y una posible mejora de la competitividad apoyarán la evolución de la industria, lo que podría apoyar la recuperación de las exportaciones», según detalla este documento. Algo que se notará en las empresas y también en el bolsillo de quienes tienen una hipoteca. «Habrá una rebaja de la cuota hipotecaria del 6% en el 2024 y del 9% en el año 2025», tal y como apuntó Doménech en sus previsiones.
Un elemento fundamental para la marcha de la economía de la Comunitat es el turismo. Doménech explicó que hay «una demanda muy fuerte», lo que se traduce en «más ocupación, más gasto y más calidad de servicios».
Algo que alcanza, aunque en menor medida, a Castellón, con el incremento del gasto de los visitantes extranjeros y de las expectativas de empleo. «El sector azulejero contribuirá, pero sobre todo aumentará el turismo en la creación de empleo en la provincia», señaló el responsable de este estudio.
Con todos estos elementos, las estimaciones sobre la riqueza autonómica son favorables. A falta de conocer el dato definitivo, se estima que el 2023 acabó con un crecimiento del PIB del 2,3%, por debajo de la media nacional. Para el 2024 se calcula una subida del 2,1%, mientras que para el próximo año habrá una «ligera desaceleración». Doménech expuso que esta cifra «es una estimación prudente», a la espera de poder revisar al alza en unos meses.
«Lo peor ha pasado»
Considera que en estos momentos «lo peor ha pasado» para la economía de la Comunitat, si bien sigue la incertidumbre. Un detalle clave en esta desaceleración es la necesidad de cubrir vacantes laborales en varios puestos. «Persisten los problemas de oferta en la industria, algunos servicios y la construcción, y conforme se ha reducido la tasa de paro, a las empresas les cuesta cada vez más encontrar trabajadores con una formación en línea con lo que necesitan», remarca el informe. A ello se le une la preocupación por el relevo generacional en un sector como la construcción, que seguirá al alza.
En los últimos tiempos se ha atendido parte de la oferta de puestos de trabajo gracias a la inmigración, pero en los próximos años podría ser insuficiente.
Estos nubarrones no impedirán que a finales del 2025 la tasa de paro baje del 11% en el conjunto de la Comunitat. Algo que se traducirá en la creación de unos 103.000 nuevos empleos en el periodo entre el 2023 y el 2025.
La Comunitat es la segunda de toda España en mayor subida del PIB respecto al año anterior a la pandemia, el 2019, aunque hay señales que invitan a la reflexión, como la vivienda. «Los nuevos visados son insuficientes para atender a toda la demanda, y por eso los precios crecen en la Comunitat por encima de la media nacional», comentó el experto. Los fondos europeos ayudarán a la economía valenciana, pero el «problema crónico de la infrafinanciación» sigue pendiente de solución.
Dinamismo, aceleración y crecimiento fuerte. Estas son las principales ideas del informe que el centro de estudios de BBVA ha elaborado sobre la situación de la Comunitat Valenciana. Y dentro de estas perspectivas positivas para el 2024 se ha destacado la evolución positiva de la principal actividad de Castellón, la cerámica.
El responsable de análisis económico de BBVA Research, Rafael Doménech, mencionó que en estos momentos «la producción industrial se recupera, y esto se nota en aspectos como la caída del precio del gas, que se encuentra en un nivel aún superior pero muy parecido al que había antes del 2020».
Repunte del azulejo
Doménech añadió que hay «sectores con fortaleza, como el azulejo, que ha repuntado». Una impresión que concuerda con la manifestada semanas atrás por un estudio de la consultora Deloitte, que cifró en un 14% el incremento de beneficios brutos al término del presente año.
En el apartado laboral, se ha detectado un ligero incremento de la afiliación en esta industria, además de una disminución en el paro al cierre de abril.
Otro efecto favorable que se espera para los próximos meses es una reducción de los tipos de interés que, junto al «mantenimiento de los precios de la energía en cotas bajas y una posible mejora de la competitividad apoyarán la evolución de la industria, lo que podría apoyar la recuperación de las exportaciones», según detalla este documento. Algo que se notará en las empresas y también en el bolsillo de quienes tienen una hipoteca. «Habrá una rebaja de la cuota hipotecaria del 6% en el 2024 y del 9% en el año 2025», tal y como apuntó Doménech en sus previsiones.
Un elemento fundamental para la marcha de la economía de la Comunitat es el turismo. Doménech explicó que hay «una demanda muy fuerte», lo que se traduce en «más ocupación, más gasto y más calidad de servicios».
Algo que alcanza, aunque en menor medida, a Castellón, con el incremento del gasto de los visitantes extranjeros y de las expectativas de empleo. «El sector azulejero contribuirá, pero sobre todo aumentará el turismo en la creación de empleo en la provincia», señaló el responsable de este estudio.
Con todos estos elementos, las estimaciones sobre la riqueza autonómica son favorables. A falta de conocer el dato definitivo, se estima que el 2023 acabó con un crecimiento del PIB del 2,3%, por debajo de la media nacional. Para el 2024 se calcula una subida del 2,1%, mientras que para el próximo año habrá una «ligera desaceleración». Doménech expuso que esta cifra «es una estimación prudente», a la espera de poder revisar al alza en unos meses.
«Lo peor ha pasado»
Considera que en estos momentos «lo peor ha pasado» para la economía de la Comunitat, si bien sigue la incertidumbre. Un detalle clave en esta desaceleración es la necesidad de cubrir vacantes laborales en varios puestos. «Persisten los problemas de oferta en la industria, algunos servicios y la construcción, y conforme se ha reducido la tasa de paro, a las empresas les cuesta cada vez más encontrar trabajadores con una formación en línea con lo que necesitan», remarca el informe. A ello se le une la preocupación por el relevo generacional en un sector como la construcción, que seguirá al alza.
En los últimos tiempos se ha atendido parte de la oferta de puestos de trabajo gracias a la inmigración, pero en los próximos años podría ser insuficiente.
Estos nubarrones no impedirán que a finales del 2025 la tasa de paro baje del 11% en el conjunto de la Comunitat. Algo que se traducirá en la creación de unos 103.000 nuevos empleos en el periodo entre el 2023 y el 2025.
La Comunitat es la segunda de toda España en mayor subida del PIB respecto al año anterior a la pandemia, el 2019, aunque hay señales que invitan a la reflexión, como la vivienda. «Los nuevos visados son insuficientes para atender a toda la demanda, y por eso los precios crecen en la Comunitat por encima de la media nacional», comentó el experto. Los fondos europeos ayudarán a la economía valenciana, pero el «problema crónico de la infrafinanciación» sigue pendiente de solución.