Opinión | «Industria gasintensiva: reflexiones del 2024 y propuestas para 2025»

El año 2024 ha sido un periodo de retos significativos para la industria gasintensiva en España. A pesar de asistir a una leve recuperación en el consumo de gas industrial, que ha crecido desde enero un 3,5% respecto a 2023, seguimos lejos de los niveles estándar que caracterizaban a nuestra industria antes de la crisis energética. La falta de competitividad sigue siendo un tema crítico. La deslocalización y desplazamiento de la producción nacional por importaciones procedentes de países con costes energéticos más competitivos, continúa siendo una preocupación latente. En nuestro habitual A Fondo de este boletín podrás ver el desglose por sectores.

A lo largo de 2024, el consumo de gas se mantuvo un -17,5% por debajo de la media 2018/2021, reflejando las enormes dificultades que enfrentan las empresas gasintensivas. Durante la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania, se implementaron medidas en Europa que fueron insuficientes para proteger a la industria.

El informe Draghi puso de manifiesto la brecha de competitividad y la sensibilidad a los precios de la industria energéticointensiva que ha provocado una destrucción de un -12% de la producción industrial. El informe resalta la urgencia en abordar este problema.

La transición energética hacia un modelo más sostenible es necesaria, pero debe realizarse sin sacrificar la competitividad de nuestras industrias. La clave radica en descarbonizar manteniendo intacta, e incluso ampliando, la competitividad. Cada sector tiene sus propias características y necesidades, y es fundamental que las políticas energéticas, medioambientales e industriales se alineen con las realidades de las industrias.

A medida que nos adentremos en 2025, es crucial que la agenda política priorice la industria gasintensiva. Las peticiones son claras: necesitamos un Estatuto del Consumidor Gasintensivo que reconozca nuestras particularidades y garantice un marco regulatorio que nos permita operar en condiciones competitivas. El gas natural es el combustible de transición hasta que los gases renovables y el hidrógeno sean competitivos.

Además, es fundamental que se implementen medidas que reduzcan la brecha de precios entre el gas natural y los gases renovables, así como un fondo de competitividad que apoye a nuestras industrias en su transición hacia un modelo más sostenible. Dada la alta sensibilidad de la industria a los precios, hacemos un llamamiento a todos los actores involucrados para que acompañen a la industria gasintensiva en este camino hacia una descarbonización competitiva. La industria es el motor de nuestra economía, y su competitividad no solo afecta a su viabilidad, sino también al empleo y al bienestar de miles de familias.