ENERGÍA

Opinión | Las subastas de cogeneración en un primer vistazo

Las valoraciones de Javier Rodríguez, director general de la Asociación Española de Cogeneración
Imagen de archivo.
Javier Rodríguez, director general de Acogen -

El pasado 13 de febrero conocimos la propuesta de subastas para adjudicar 1.200 MW de cogeneraciónhasta el año 2027, un hito decisivo para las industrias cogeneradoras en España que dan la bienvenida a la reanudación del marco de subastas tan largamente esperado y necesitado, pues desde 2021 la cogeneración ha caído un 37% su producción.

En estos días cientos de industrias se afanan en estudiar la propuesta de subasta de cogeneración para sacar conclusiones sobre si encaja con las necesidades y planes de inversión y futuro de su empresa. También para proponer mejoras en el marco en tramitación que permitan o faciliten su participación, para eso es el trámite de audiencia e información pública. El trabajo de modelización y escenarios es intenso y complejo, hay mucho en juego con la cogeneración para lograr energía segura, asequible y sostenible para la industria en España.

A través de Acogen y Cogen España, mediante jornadas de trabajo (próximo 27 febrero) y recepción de alegaciones de cada empresa se conformarán los análisis, conclusiones y propuestas de mejora que transmitiremos al Ministerio y a la CNMC, como también lo harán las Comunidades Autónomas, asociaciones industriales y empresariales, y otras muchas instituciones y stakeholders.

Será bueno escuchar y atender a lo que soliciten las industrias, que son las protagonistas y las que decidirán —o no— llevar a cabo sus inversiones, que repercutirán con gran escala en la economía y empleo industrial del país.

La decisión sobre las subastas de cogeneración marcará el futuro del 20% de la industria en España: actualmente, no hay alternativa tecnológica a la cogeneración que aporte una competitividad similar a la industria intensiva en calor.

En mi opinión, la propuesta tiene muchos puntos positivos y de futuro –biomasa, hidrógeno, inversiones elegibles, nuevas plantas, mejoras de existentes, etc. etc.— pero hay dos aspectos estructurales que son fatales y palmarios: la vuelta a las obligaciones del régimen de autoconsumo industrial y exigir un 50% más de eficiencia que el marco de la Unión Europea.

La vuelta al régimen de autoconsumo industrial: como en los 90´s

Desde el año 2007 las cogeneraciones pueden decidir a quién venden su electricidad, si al mercado, a sus industrias asociadas o a quien les plazca bilateralmente. Libertad de producción y de mercado, en competencia con otros productores eléctricos.

La propuesta de subasta obliga a volver al régimen de autoconsumo en el que las industrias deben consumir su electricidad de las cogeneraciones. Dado el funcionamiento flexible de las cogeneraciones según sean los precios de los mercados energéticos, esta obligación daña doblemente tanto la gestión a la producción de cogeneración, como el consumo de la industria asociada.

Cabría preguntarse si la regulación obligase a los ciclos combinados, a la nuclear, a la eólica, a los parques fotovoltaicos o a otras tecnologías a vender primero toda su electricidad a un cliente determinado, qué dirían (y qué diría el cliente, claro).

Además, la propuesta obliga a que la electricidad que consuma la industria sea al menos el 30% de la que produce la cogeneración, so pena de graves penalizaciones disuasorias, un enfoque obsoleto que data... ¡del año 1997! (Ley 54/97 ya derogada, claro). Los datos públicos de la Encuesta Sectorial 2024 demuestran que esta obligación es inalcanzable para la mitad de las plantas de cogeneración del país, que no podrían participar en las subastas. Tampoco podrían las industrias con cogeneración cumplir con el Estatuto de Electrointensivos, un punto a repensar seriamente.

El futuro no pasa por rigidizar con más y más obligaciones cómo deben producir o consumir las industrias ni pretender volver a marcos estables del pasado, pasa por marcos regulatorios que permitan a las empresas flexibilidad y opciones para adaptarse a las cambiantes situaciones de los mercados energéticos, tomar decisiones y mejorar su competitividad: eso es lo moderno, lo actual y necesario, hay que mirar al futuro.

Un 50% más exigente que el marco armonizado en la Unión Europea

La directiva europea establece para la cogeneración en todos los países de la Unión Europea un nivel mínimo de eficiencia del 10% de Ahorro de Energía Primaria, mientras la propuesta de subasta en España exige alcanzar un nivel mínimo del 15% y aplica graves sanciones si no se logra.

La propuesta de subasta exige que una industria con cogeneración en España tenga que ser un 50% más eficiente que la misma industria en Alemania, Chequia, Italia o cualquier otro país de la Unión Europea: todo un desacierto. Las industrias tratan de alcanzar la máxima eficiencia energética que puedan, cuanto más mejor, pero obligar a que el mínimo en España sea un 50% más que en Europa no es acorde a la realidad industrial del país y nos discrimina frente a nuestros competidores.

Diálogo, acuerdos y mejoras para que las subasta sean un éxito para todos

Entender, compartir y acertar con los marcos energéticos que requieren las industrias en los complejos escenarios que afrontamos no es sencillo, sólo hay que ver los enormes esfuerzos de Europa (con el Clean Industrial Deal, el Plan de Acción para una energía asequible, la Brújula de Competitividad, etc. etc.) para evitar el declive industrial europeo en el que estamos especialmente inmersos en España, y señaladamente en las industrias cogeneradoras.

La cogeneración es una gran herramienta energética para la industria calorintensiva, no hay otra que aporte hoy una competitividad similar. No es sencillo adecuar los marcos regulatorios de la cogeneración a la cambiante actualidad de los mercados energéticos y a la realidad de las industrias. Tras lograr entre Ministerio y sector el año pasado un nuevo marco de operación a la cogeneración en España (Orden TED 561/2024) acertado y gestionable, tenemos la oportunidad y obligación de acertar con el marco de inversión mediante subastas. Todos sabemos que los 1.200 MW que se ofertan es la mitad de lo que demandan las industrias, pero no por ello hay que establecer un marco que desincentive la participación, reductivo, rígido y excluyente.

Es justo y necesario incluir mejoras en la propuesta de subasta para que sean un éxito compartido por todos, así como dar las gracias y reconocer el trabajo realizado por MITERD para evolucionar la propuesta de subastas de 2021. Queda trabajo por hacer y estoy convencido que con la buena disposición y análisis que nos están brindando las empresas se podrá dialogar y acordar la mejora de aspectos clave que hagan que las convocatorias sean un hito potenciador, incluyente y decisivo para el progreso de nuestras industrias y su transición ecológica en España.