La eficiencia energética es ya un desafío esencial y uno de los grandes retos de sostenibilidad globales. Invertir en mejorar este aspecto no solo significa apostar por reducir las emisiones de CO2, también aumentar el confort y aportar valor al edificio. Es más, las reformas y mejoras, en cuanto a eficiencia energética, pueden revalorizar hasta en un 10% los inmuebles.
“España se sitúa aún en el grupo de países europeos con los peores índices de eficiencia energética. Para mejorar es imprescindible que la sociedad tome conciencia y pase a la acción invirtiendo en la puesta al día de los edificios, sea de la índole que sea. El momento de ese cambio es ahora”, afirma Luis Claver, country manager de B.E.G Hispania.
La tecnología se ha convertido en una gran aliada en la búsqueda de soluciones que reduzcan el consumo energético, dando como resultado edificios inteligentes. Las ventajas de convertir un edificio son tantas que el número de edificios inteligentes o “smartbuilding” alcanzará los 115 millones en 2026, tal y como apunta Juniper Research.
Aquí los sistemas de control de iluminación juegan un papel fundamental. Los detectores de presencia y de iluminación pueden mejorar significativamente la eficiencia energética de un edificio, al minimizar el consumo de energía cuando no se necesita iluminación artificial o climatización en una zona concreta. Además, según datos de B.E.G, la instalación de estos sistemas implica un ahorro cercano al 80% en el consumo de energía para la iluminación.
No solo ayudan a reducir el coste de la factura de energía del edificio y reducir su impacto ambiental, los sistemas de control de iluminación también mejoran la seguridad del edificio al encender automáticamente las luces y alertar al personal de seguridad cuando se detecta la presencia de una persona en un espacio y fuera de su horario habitual.
La diferencia entre un edificio convencional y uno inteligente es la modificación de los sistemas para que la actividad pueda automatizarse y, de esta forma, sean más sostenibles y eficientes, a la par que cómodos y seguros.
Ya es posible ver edificios, pertenecientes a distintos sectores económicos, que se transforman en inteligentes, velando así por la eficiencia energética, como es el caso del Hotel Giralda Center, Grupo Ferrer o el centro logístico VGP, entre otros.
“Con estos cambios se fomentaría la modernización del parque de viviendas edificios y se avanzaría en materia de sostenibilidad. Actualmente, solo el 19% de los edificios en España tiene una calificación de eficiencia energética de grado medio/alto”, explica Claver.