El boom inmobiliario de principios de siglo dejó en forma de herencia envenenada un gran volumen de vivienda nueva sin vender en Castellón. Y si bien es cierto que el fenómeno se dio a nivel nacional, en la provincia el proceso de reversión del mismo está siendo mucho más costoso que en otros territorios españoles.
Los últimos datos del Ministerio de Transporte cifran en 23.180 los inmuebles nuevos en busca de dueño en Castellón. Para hacernos una idea de la magnitud de este estoc, basta decir que son más de los que hay en toda Galicia (18.447) y casi el doble de los que tiene Aragón (12.141). Pero lo peor es que en el plazo de un año, del 2022 al 2023, solo 306 viviendas hallaron comprador, un 1,3% del total.
Una tendencia continuista, si retrocedemos en la serie estadística. En el 2010, cuando se alcanzó el pico más alto del indicador, había 34.366 viviendas nuevas sin vender. Es decir, que en el plazo de 13 años solo se ha conseguido reducir en un 32,6% este remanente.
Lo peor es que es una bolsa de vivienda muy difícil de absorber por parte del mercado. «En los años del boom se construyó mucho en zonas que, después de la crisis, no tienen ninguna demanda, especialmente segunda vivienda: apartamentos, adosados... Las expectativas no se cumplieron», indica el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón (Coapi), Francisco Nomdedeu.
Otro factor que no ayuda a la adquisición de estos inmuebles es que pese a estar en la lista del Ministerio, por no haber tenido nunca propietario, ya no son precisamente nuevos. «Los materiales se van deteriorando con la falta de uso. Además, en bastantes casos ha habido problemas de okupación, y en otros faltaría incluso la documentación necesaria para poder entrar a vivir», explica.
El informe del Ministerio de Transporte cifra en 447.691 las viviendas nuevas sin vender en España, de las que Castellón, pese a no estar ni mucho menos entre las provincias más pobladas, acumula el 5,18% del total. Madrid (51.449), Barcelona (48.605) y Alicante (30.092) son los únicos territorios donde hay más estoc.
Ciencia ficción es llegar a los niveles de Extremadura, Cantabria o el País Vasco, donde el nivel de excedente es cercano a cero.