Las manchas de salitre incrustadas son uno de los problemas más comunes en las fachadas porcelánicas de los edificios. Se trata de unos chorretones irregulares que se forman en las superficies como resultado de la acumulación salina en las juntas.
Estas eflorescencias, conocidas como salitre o alcalinidad, son un tipo de mancha blanquecina que aparecen sobre todo en superficies verticales. También es común encontrarlas en pavimentos, como por ejemplo en piscinas y exteriores.
Estos depósitos blancos se deben a un problema de migración de sales solubles desde el interior hacia la superficie. El agua y la humedad penetran por las juntas que no están protegidas, mueven las sales presentes en los materiales de agarre, y por evaporación, las arrastra hacia el exterior a través de las mismas juntas. Finalmente, estas sales se depositan sobre el porcelánico y tienden a cristalizarse debido a las elevadas temperaturas que puede alcanzar este material.
Algunas de las causas principales que provocan este fenómeno son:
1. Las lluvias. El agua penetra en los materiales y transporta las sales a la superficie haciéndolas visibles.
2. Las condiciones climáticas. La humedad, por capilaridad o condensación, y los cambios de temperatura también afectan a la evaporación del agua provocando estas manchas blancas tan características.
3. Concentración de sales. Cuando los materiales utilizados en la construcción contienen una alta concentración de sales, serán más propensos a sufrir de esta patología. Morteros de junta y de anclaje, adhesivos de colocación, y sustratos como hormigón o mampostería tienden a causar estos chorretones. Aunque el porcelánico no es un material poroso, las juntas sí lo son, permitiendo que el agua se filtre y las salen migren hacia la superficie. En el mercado existen morteros antisales que evitan la formación de incrustaciones salinas.
4. Ausencia de impermeabilización. La impermeabilización es esencial para que el agua no penetre en la superficie y evitar el transporte de estas sales a través de los materiales.
Cuando el edificio sufre de eflorescencias, el agua o los productos que encontramos en los supermercados no son suficientes para eliminar estas manchas. Aunque a primera vista desaparezcan, cuando el material se seca, vuelven a aparecer dejando este característico efecto.
El detergente desincrustante ácido PHZero, de Fila, es ideal para superficies verticales gracias a su viscosidad, es un gran aliado para la desincrustación y eliminación de estas manchas de cal. A pesar de tener una acción enérgica, la gran ventaja de este producto es que no daña el material porcelánico independientemente de su acabado. PHZero no cuartea las juntas y respeta su estructura y color.
En las imágenes de abajo puede verse un ejemplo de fachada porcelánico gris oscuro con incrustaciones de cal que han sido limpiadas con PHZero con un resultado excelente.
En los materiales oscuros, estas manchas se aprecian mucho más al crear este contraste entre el color blanco de las eflorescencias y el color del material.
Lo más esencial para evitar las eflorescencias salinas es la prevención. Primero deberemos asegurarnos de que la pared, en todos sus lados, esté completamente aislada sin posibilidad de entrada de agua y humedad. A partir de aquí, por lo que nos compete, recomendamos hidrofugar las juntas, con HYDROREP (o bien su versión ECO), evitando que se conviertan en puntos de entrada de las humedades.
Hydrorep es un hidro-repelente con efecto totalmente natural, que no altera la estética y permite la transpirabilidad de las mismas. En este caso el producto se aplicaría solo en las juntas con un pincel (del mismo tamaño que la junta) retirando cuidadosamente con un paño absorbente los eventuales residuos de producto que hayan quedado sobre el porcelánico.