En el corazón de Madrid, entre las bulliciosas calles del centro, se esconde un verdadero tesoro de la arquitectura y la historia: el Palacio de Fernán Núñez. A pesar de su grandeza, este palacio ha pasado desapercibido para la mayoría de los transeúntes, en parte debido a su discreto exterior neoclásico, que no revela la magnificencia que guarda en su interior.
Construido en el año 1790 por el primer duque de Fernán Núñez, este palacio sufrió una transformación radical a mediados del siglo XIX bajo la dirección del Conde de Cervellón, quien decidió remodelarlo para destacarlo entre las residencias madrileñas. El resultado es una amalgama de estilos neoclásicos y románticos, que se manifiestan tanto en su fachada como en su interior lujosamente decorado.
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Desde alfombras y tapices hasta lámparas de cristal de Baccarat y muebles dorados, el Palacio de Fernán Núñez es un fiel reflejo de la opulencia y el refinamiento de la aristocracia madrileña del siglo XIX. Entre sus estancias más destacadas se encuentran el Patio de Recepción, el Salón de Estuco, la Sala de Pasos Perdidos, el Salón Rojo, el Salón de Baile, el Salón Isabelino, los comedores, el jardín y el invernadero, testigos de las opulentas fiestas organizadas por la duquesa de Fernán Núñez.
Aunque hoy en día el palacio alberga la sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, sus puertas están abiertas para visitas guiadas que permiten explorar tanto las áreas nobles como las de servicio. Estas visitas tienen un costo accesible de 10 euros por persona y pueden realizarse de lunes a viernes en varios horarios, tanto individualmente como en grupos. Para aquellos que deseen sumergirse en la historia y la belleza de este palacio, las visitas no grupales se ofrecen dos miércoles al mes a las 17:30 horas. Sumérgete en el esplendor del pasado y descubre los secretos que guarda el Palacio de Fernán Núñez.