En Cevisama se respira cerámica por los cuatro costados. Es el evento líder del sector cerámico, equipamiento de baño y piedra natural. Centenares de marcas exponen sus mejores productos en unos espacios expositivos que son auténticas obras de arte.
Pero Cevisama es más que cerámica. La puesta en marcha de una feria de estas características, en la que están presentes 500 empresas y en la que el año pasado registró más de 74.000 visitas, precisa de unos actores secundarios que lo dan todo durante esta semana para que sea un éxito organizativo. Hablamos de carpinteros, pintores, albañiles, electricistas, moqueteros, tapiceros, montadores, transportistas, seguridad, limpiadores, azafatas, técnicos, hosteleros... la lista es muy larga, tan larga que alcanza los 3.000 profesionales, tal y como apuntan fuentes de la organización.
Por ello, a través de este reportaje queremos dar visibilidad a todas estas personas imprescindibles que sin ellos Cevisama no sería lo que es. Estos ocho profesionales son una representación de todos ellos y están realizando una labor esencial. Sus testimonios permiten conocer la cara oculta de Cevisama.
«Como es una feria internacional dejan muchas propinas»
Amanda y Silvia, que se dedican a la restauración en su día a día, aprovechan esta feria para “sacar un dinero extra” como camareras. “Son días muy intensos, que se hacen muy largos, ya que desde primera hora la gente ya demanda nuestros servicios”, destaca Silvia. “Lo que buscamos es que el cliente se vaya contento y es por ello que nos esforzamos todo lo que podemos”, revela Amanda, quien destaca que el carácter internacional tiene un arma de doble filo, pues “por un lado, los clientes vienen a comer a cualquier hora, igual te piden los bocadillos a las 11.00 como a las 17.00 horas; y por otro lado, las propinas están a la orden del día”. “La gente se porta muy bien, estamos muy contentas de cómo se está desarrollando la feria”, finalizan.
«El baño de los hombres hay que limpiarlo más a fondo»
Dolores y Rebeca, son dos trabajadoras de una empresa de limpieza. Ellas son las encargadas de que todo reluzca y esté en perfecto estado. Los baños son, como ocurre en cualquier evento que concentra a miles de personas, uno de los puntos que más personas concentra, aunque comentan que “el servicio de mujeres está muy limpio, pero en los hombres siempre hay que limpiarlo más a fondo, pero bueno lo típico para este tipo de ferias”. “En líneas generales, la gente es muy aseada y eso es de agradecer porque aquí estamos mucho tiempo, en turnos de 7 u 8 horas, y recorremos muchos kilómetros de un lado a otro”.
«Nuestras primeras palabras son siempre en inglés, y casi siempre acertamos»
Nacho y Laura son los encargados de la guardarropía. “Normalmente las personas que más utilizan este servicio son las que vienen directamente desde el aeropuerto, pues además de las chaquetas también guardamos las maletas”, comentan ambos jóvenes. El horario es desde las 8.00, es decir una hora antes de que comience el evento, y finaliza a las 18.00 horas, aunque Laura apunta que “pocas veces podemos acabar de una forma puntual, pues la gente viene más tarde y nos toca hacer siempre alguna hora extra”. El servicio es de 2 euros por prenda o bulto.
A grosso modo dicen que en una jornada, “podemos almacenar unas 250-300 chaquetas y más de 50 maletas”. Y respecto a la procedencia de los clientes, Nacho señala que “la mayoría de ellos son extranjeros, sobre todo de la Unión Europea, aunque también hay muchos asiáticos e indios”. Es por ello que a modo de anécdota revelan que “nuestras primeras palabras siempre son en inglés, y casi siempre acertamos”.
«Hemos de estar preparados para solucionar cualquier imprevisto»
Daniel Pitarch, de Expojamar, es uno de los numerosos profesionales que se dedican a las labores de mantenimiento en Feria Valencia. Su función es clara: “Nosotros visitamos uno por uno los estands que hemos realizado en las últimas semanas para comprobar que todo está correcto. Por ejemplo, que funcionen todas las luces, que no se despegue ningún material... la construcción de toda la decoración tiene que ser perfecta, ya que es una semana donde te expones a todo el mundo”, confiesa Pitarch, quien señala que “es una semana atípica y tienes que estar preparado para solucionar cualquier imprevisto”.
Por su parte, Gonzalo es una de las personas que permanecen en los tornos de la entrada del recinto para comprobar que los asistentes cuentan con la acreditación o entrada para visitar Feria Valencia. El horario también arranca a las 8.00, aunque reconoce que “el punto álgido es a las 9.00 horas, cuando todo el mundo puede acceder al recinto. Se forma algo de cola, pero con los sistemas digitalizados que tenemos va todo muy rápido”. El poder calcular cuánta gente le muestra el pase para entrar en Cevisama es un poco complicado, pero Gonzalo asegura que “un mínimo de 500 personas solo por mi torno en las horas que estoy”.