Una serie de industrias de nuestro país cuentan con las ventajas de estar incluidas en el estatuto de consumidores electrointensivos. Un mecanismo aprobado a finales del 2020 y que dota de un marco jurídico y económico que proporciona seguridad y certidumbre de los costes energéticos y mejora su competitividad.
El Consejo de Ministros aprobó el martes una serie de cambios en esta regulación, de modo que podrán acogerse a este estatuto el doble de empresas: de las 612 actuales a 1.180, según informa el Ministerio de Industria.
A pesar de que el principal consumo energético del sector cerámico es el gas natural, habrá empresas de esta rama que podrán beneficiarse de esta condición. Entre los supuestos incluidos están las compensaciones de los costes derivados de la financiación del apoyo a la energía procedente de fuentes renovables, cogeneración de alta eficiencia.
Cuantificación
Tal y como indican desde la patronal de fabricantes, Ascer, «en el año 2022 estimamos que alrededor de 18 instalaciones del sector cerámico tuvieron la condición de electrointensivas, un número que se ampliará en 2023 gracias a las modificaciones publicadas».
Las compañías que puedan entrar en este grupo podrán acceder a las ventajas de forma retroactiva con fecha de 1 de enero del 2022, según el real decreto publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Pese a las buenas intenciones de este cambio, se ciernen nuevas dudas sobre la cerámica, que son también ampliables a otros sectores industriales. Tal y como apunta Ascer, «para poder ser beneficiarias se deberá cumplir con el artículo 13.3 bis de la ley general de subvenciones», lo que supone el plazo máximo de pago de 60 días a sus proveedores, «por lo que muchas empresas no podrán recibir ayudas», según incide esta organización.
De esta manera se repite la incertidumbre con las ayudas prometidas por el Gobierno a finales del pasado año. Por esta razón se impulsó un cambio normativo que hacía más flexibles las condiciones. El Congreso llegó a aprobar la modificación, pero el adelanto electoral impidió su ratificación en el Senado, por lo que se cortó el camino adelantado.
Petición de un estatuto propio
Además de las dudas sobre las compensaciones, desde el sector cerámico se insiste en la necesidad de crear un estatuto similar para los consumidores gasintensivos, en el que entraría la mayor parte de la industria azulejera. Fuentes empresariales señalan que con esta medida, reclamada desde entidades como GasIndustrial, mejoraría la competitividad de un sector que exporta el 75% de su producción, y que tiene que luchar en los mercados internacionales con países con el gas a precios más bajos.