Es una de las actuaciones de infraestructuras más importantes de los últimos años en España, y al mismo tiempo el origen de numerosos quebraderos de cabeza entre los usuarios del tren de Castellón desde hace más de una década. El corredor mediterráneo supone una revolución en el sistema ferroviario, con la adaptación de las vías al ancho internacional, con el objetivo de mejorar la velocidad de los trenes y fomentar el transporte de mercancías.
En estos momentos, todos los tramos ferroviarios de la provincia se encuentran en obras relacionadas con el Corredor. La más veterana es la culminación del tercer hilo entre Castelló y València, cuya conclusión está prevista a lo largo del presente año. Las obras comenzaron hace más de una década, y ha conllevado el efecto negativo de un empeoramiento en la línea de Cercanías que conecta a la capital de la Plana con la ciudad del Turia.
La otra gran obra consiste en la adecuación de las vías entre Castelló y Tarragona, por lo que en los próximos años todos los trenes que circulen por este tramo tendrán que estar adaptados al ancho internacional. Además, se instalarán mejoras en la seguridad para incrementar la velocidad de los viajes.
Además, hay numerosas obras en otros puntos de España, que se han ido retrasando de forma continua por crisis económicas, problemas técnicos y retrasos en las licitaciones. Tanto en el actual gobierno del PSOE como en los anteriores del Partido Popular. La anterior responsable del Ministerio de Transportes, Raquel Sánchez, expuso en el 2021 que la finalización llegaría «en el 2026, a más tardar». Ahora, su sucesor -Óscar Puente- da otra previsión, que retrasa las expectativas.
En una respuesta al diputado de Junts per Catalunya, Isidre Gavin, recogida por Europa Press, el ministro ha confirmado el compromiso del Gobierno de cumplir con los plazos establecidos por los reglamentos europeos, que fijan en 2030 como la fecha máxima para acabar el Corredor Mediterráneo. Por tanto, esa es la nueva fecha que se pone como meta el Ejecutivo.
«Realidad imparable»
El ministro ha defendido que el Corredor es una «realidad imparable, gracias al impulso de este Gobierno», asegurando que el propio presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón (PP), admitió esta semana, en una entrevista concedida a Mediterráneo y los medios de Prensa Ibérica de la Comunitat que los dos últimos años han sido en los que más avances ha habido.
Puente ha añadido que no hay actualmente un solo tramo que no tenga en este momento un instrumento de planificación, habiéndose licitado desde 2018, con la llegada del PSOE al Gobierno, hasta 6.400 millones de euros en obras. El año pasado se ejecutaron 1.200 millones de euros y este año se superará esa cifra.
Retrasos y mercancías
«Yo no soy el responsable, ni este Gobierno es el responsable, del atraso histórico del Corredor Mediterráneo, pero de lo que sí somos responsables es de ponerle remedio. Y eso no lo puede negar usted, ni lo puede negar nadie», ha indicado.
Por su parte, el diputado de Junts ha lamentado que el Gobierno español haya destinado más dinero a la alta velocidad, dejando el transporte de mercancías en tren «a la cola de Europa».
«El Corredor del Mediterráneo mueve el 50% de las mercancías terrestres del Estado, que conecta el 50% de la producción industrial y el 45% del PIB. Hablamos del corredor que va por la costa, el que conecta los principales puertos del Estado, no el invento de corredor que va por Madrid», ha concluido Isidre Gavin.