Apenas 10 meses después de la firma del último convenio sectorial para la industria cerámica en la Comunitat Valenciana, correspondiente a los años 2023 y 2024, ya ha dado comienzo el proceso para cerrar el octavo convenio.
Como es habitual, la sede de la patronal Ascer en Catelló ha sido el escenario en el que se han visto las caras los representantes de las empresas y de los sindicatos UGT y CCOO. En este primer encuentro, avanzado por Mediterráneo, se ha constituido la mesa negociadora de manera formal, y se ha acordado el calendario inicial de sesiones.
De esta manera, el miércoles 12 de febrero se hará la primera reunión, en la que las partes darán a conocer sus pretensiones iniciales. Tal y como ha ocurrido en los anteriores convenios, el objetivo de los representantes de los trabajadores es mantener el poder adquisitivo de los empleados, que en los últimos años han sufrido los efectos de la inflación. El porcentaje del IPC ha sido, en los últimos tiempos, superior al aumento salarial pactado.
Además, se encuentra el apartado de condiciones laborales, como el número de horas. En el anterior convenio se consiguió reducir en ocho horas anuales, al pasar de 1.776 a 1.768 por año. Desde los sindicatos han señalado en diferentes ocasiones que el azulejo es uno de los sectores industriales de España en los que más trabajan sus asalariados.
Las posiciones concretas en esta negociación se darán a conocer dentro de unos días, pero desde Ascer ya han apuntado algunas de sus ideas ante este proceso. En primer lugar, afirman que en estos momentos se da «un contexto industrial todavía incierto, debido a la atonía de la demanda de los mercados internacionales, y a los repuntes de los costes de la energía». Algo que afecta a la rentabilidad de las empresas, por lo que podría solicitar una contención salarial.
Otro de los argumentos ya se apuntó en las negociaciones del último año. Es el plan del Gobierno para reducir la jornada laboral. »Debe añadirse, si llegara a aprobarse, el impacto de la reducción legal de la jornada, que producirá un incremento de costes indiscutible y que no puede dejar de tenerse en cuenta para cualquier acuerdo sobre mejoras salariales adicionales», afirman desde la patronal.
Por el momento, ante estas circunstancias, no se espera que no haya un acuerdo inmediato, y se deberán limar las posturas de manera progresiva. El anterior convenio se firmó después de la convocatoria de dos jornadas de huelga. Además, se espera que en esta ocasión se alcance un acuerdo duradero. Hace años que no se firma uno de tres años.