Ni son suficientes ni tampoco inmediatas. El azulejo de Castellón, del que dependen casi 18.000 empleos directos y que lleva más de un año ahogado por los inasumibles costes del gas, ya ha leído la letra pequeña del real decreto aprobado este martes por el Consejo de Ministros y en el que se contemplan ayudas directas de 450 millones para los sectores gasintensivos y otros 500 millones en créditos ICO.
Y lo que aparece publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) es más bien poco: un anuncio que explica que en un plazo de seis meses se pondrá en marcha una línea de subvenciones para todas las industrias con un alto consumo de gas, aunque no se concreta ni la cuantía a la que podrá aspirar cada empresa ni los requisitos que habrá que cumplir. La patronal cerámica Ascer avisa: sin ayudas inmediatas habrá nuevos ajustes en costes, plantillas e inversiones.
Además de darse un plazo de medio año para definir y establecer los criterios de las ayudas (eso significa, en el peor de los casos, que las empresas podrán empezar a pedirlas a partir de junio), el BOE publica la relación de actividades entre las que se distribuirán los 450 millones de euros de subvención. En la lista aparecen 25 sectores, lo que en la práctica quiere decir que el azulejo tendrá que competir con la industria del azúcar, ladrillos, margarina, papel y cartón, acero, vidrio o aluminio, por citar solo unos ejemplos.
Lo llamativo, y como ya ocurrió en la primera línea de subvenciones de finales del pasado mes de marzo, es que en el listado no aparece el sector de los esmaltes, fritas y colores cerámicos pese a que estas empresas son unas grandes consumidoras de gas y, por lo tanto, se han visto gravemente afectadas por el alza desbocado de los precios de la energía. No obstante, el Gobierno deja abierta la posibilidad a que la lista de actividades incluidas en la línea de ayudas se modifique mediante un acuerdo del Consejo de Ministros.
El azulejo, que lleva meses reivindicando y esperando ayudas de calado y de carácter inmediato, va a tener que aguardar unos cuantos meses más y la patronal Ascer ya ha advertido de las consecuencias que va a tener la respuesta del Gobierno, del que esperaban mucho más. «Desde el sector solo podemos trasladar incertidumbre», aseguraron ayer. «Las ayudas anunciadas no están definidas y eso se hará en el plazo de seis meses. Además, no serán solo para el azulejo, sino que otras 24 actividades podrán beneficiarse una vez estén definidas», insistieron.
Desde la asociación que preside Vicente Nomdedeu se refirieron asimismo a los 500 millones en créditos ICO, que van a contar con un aval del 90%. «Esa financiación tampoco está disponible, ya que será necesario que en las próximas semanas se desarrolle la línea y se ponga a disposición de las empresas que forman parte de estas 25 actividades, por lo que desconocemos las condiciones.»
La industria cerámica, que a lo largo de este año ha tenido que recurrir a ERTE y paros de producción) no oculta su decepción e insiste en que, después de tantos meses de lucha (la cúpula de Ascer se reunió hace un mes con Pedro Sánchez para exponerle el delicado momento por la que atraviesa el sector y pedirle ayuda), la realidad de sector no ha variado. «Nuestra situación hoy es igual a la de ayer. Nada ha cambiado. Seguimos sin ayudas en España mientras nuestros competidores en Alemania, Italia o Portugal sí las tienen», apuntó Alberto Echavarría, secretario general de la patronal.
E incluso fue más allá y aseguró que «la competitividad de las empresas queda comprometida. Será muy difícil sobrevivir sin las ayudas directas inmediatas y sin tener que hacer ajustes en costes, plantillas e inversiones».