La industria cerámica española cerró en 2024 su ejercicio más rentable, a pesar de la «inestabilidad» de los últimos años, según se extrae del informe llamado Sector Cerámico. Situación y perspectivas, elaborado por Deloitte y que se ha presentado este martes por parte de Javier Arribas, socio responsable de Transacciones de Deloitte en Comunitat Valenciana.
Dicho informe enfatiza que, a pesar del complejo contexto geopolítico actual, el sector cerámico mantuvo su nivel de ventas en 2024, incrementando el Ebitda hasta los 924 millones de euros. Esta cifra supone la mayor rentabilidad de toda la serie histórica, impulsada fundamentalmente por el empuje de las compañías de volumen, que han sabido mantener los precios medios de venta en niveles superiores a los de los últimos ejercicios.«En 2024, el sector cerámico ha demostrado su fortaleza y capacidad de adaptación, logrando la mayor rentabilidad de su historia. A pesar de los retos de la coyuntura global, la industria cerámica española ha sabido sobreponerse a las dificultades y a la contracción de la demanda derivada de la incertidumbre por el incremento de la inflación, lo que ha permitido consolidar una posición competitiva sólida», ha señalado Javier Arribas.
«El sector registró un aumento de la producción de aproximadamente el 1,2%, lo que ha estimulado el nivel de contrataciones del sector, que crece al 4,6% durante el 2024. La industria prevé que la tendencia de crecimiento se mantendrá en 2025, respaldada por un crecimiento generalizado de las ventas», ha comentado. El estudio muestra que las ventas del sector cerámico español han alcanzado los 4.819 millones de euros, en línea con lo registrado en 2023, consolidando una situación de estabilidad tras la caída en ventas del ejercicio anterior.
La industria ha aumentado su rentabilidad operativa en un 33% gracias al mantenimiento de los precios de venta y la normalización de los costes energéticos. A pesar del incremento en la rentabilidad, la industria considera que aún existe recorrido de mejora operativa, que podría representar cerca de un 10% en términos de Ebitda. Esto compensaría otros posibles efectos negativos, como incrementos en costes energéticos o de personal, como consecuencia de la reducción de jornada o de la renegociación de los convenios colectivos.
Asimismo, la mejora operativa ha permitido la reducción del endeudamiento, pasando de 3,4 a 2,2 veces Ebitda, pese al incremento de los niveles de circulante. «El sector cerámico atraviesa un buen momento, con una mayor generación de caja gracias al aumento de la rentabilidad y la reducción del nivel de inversión, tras varios ejercicios de grandes inversiones, fundamentalmente en líneas de gran formato, que constituyen una de las apuestas estratégicas fundamentales de la industria», ha asegurado Javier Arribas.
«Pese a la ligera caída de las ventas en los últimos ejercicios, el sector no ha perdido competitividad y continúa demostrando la calidad del producto español frente a otros competidores», ha matizado el socio. En vistas al futuro, la mano de obra supone un posible reto para el sector, debido a la potencial reducción de la jornada a 37,5 horas, el desequilibrio entre la oferta y demanda en el mercado laboral y la negociación del convenio colectivo.
El informe muestra que, en los últimos años, los países líderes en exportación de productos cerámicos han mantenido estable su participación en el mercado global en términos de metros cuadrados. En el caso concreto del sector español, existen factores que refuerzan la resiliencia de la cerámica ante la evolución de los principales productores, incluyendo los productores emergentes.
La estabilización de la demanda -que ha permitido consolidar los volúmenes de venta-, la moderación de los costes energéticos y de la inflación, entre otros, son algunos de estos condicionantes que han permitido a España conservar su posición de liderazgo. No obstante, la calidad del producto español es, sin duda alguna, el mayor factor de competitividad, reflejo de una industria moderna y dinámica, que ha sabido sobreponerse a las numerosas adversidades de los últimos años y ser reconocida en los mercados de mayor valor añadido, según el informe.
La recuperación de Estados Unidos, donde el producto español ha mantenido una posición sólida durante varios años, ha compensado la inestabilidad de los mercados europeos, que enfrentarán importantes retos en los próximos años.
Otro factor para tener en cuenta es la política arancelaria de la Administración Trump, que abre un escenario de «incertidumbre y riesgo comercial» a todos los niveles. Sin embargo, la situación competitiva del azulejo español hace albergar un «moderado optimismo» respecto al potencial impacto de los aranceles.
Javier Arribas (Deloitte): «En el corto plazo parece claro que la industria española será capaz de mantener una posición competitiva relevante en el mercado americano»
En primer lugar, las medidas arancelarias estadounidenses buscan proteger la industria de este país, incluida la cerámica. No obstante, el clúster de Tennessee (EEUU) todavía no ha alcanzado la capacidad productiva necesaria para absorber el traspaso hacia una mayor demanda interna derivada de una subida de aranceles al producto de importación. En este sentido, es de esperar que una repercusión de los aranceles al precio de venta final pueda tener un impacto limitado para el producto exterior en su conjunto.
Por otra parte, los principales competidores del azulejo español se enfrentan a aranceles similares -como es el caso de Italia- o superiores -como en el caso de la India-. Sólo México escapa a la aplicación de aranceles, pero su posicionamiento se centra en categorías de producto distintas del azulejo español en términos generales. «En este sentido, en el corto plazo parece claro que la industria española será capaz de mantener una posición competitiva relevante en el mercado americano», ha asegurado Javier Arribas.
«Aunque de persistir estas medidas en el largo plazo no es descartable que veamos a alguna empresa española instalando hornos en Estados Unidos, como ya están haciendo algunas empresas italianas o brasileñas», ha añadido.
Por otra parte, el informe indica que el panorama corporativo sigue muy parado, en línea con el ejercicio anterior, lastrado por las incertidumbres macroeconómicas de los últimos dos años. La previsión a futuro no dibuja un escenario más estable en el corto plazo, aunque la situación de liquidez de los mercados puede dinamizar las operaciones corporativas en el momento en que se despejen las principales situaciones de incertidumbre.
Tal y como afirma el informe de Deloitte, el sector cerámico espera un crecimiento generalizado de las ventas en 2025, continuando con la tendencia de recuperación tras la situación de elevada inflación y tipos de interés. No obstante, la regulación del comercio internacional, la demanda y los precios de la energía serán algunos de los principales retos a los que el sector debe hacer frente.La capacidad para defender los precios, la gestión del estoc y la innovación serán claves para mantener la competitividad, si bien la estabilización de la compraventa de vivienda en España tras dos años de descensos acumulados podría ayudar a mantener las perspectivas de crecimiento.
Las principales vías de desarrollo contempladas por las compañías cerámicas españolas son el desarrollo de gran formato y la búsqueda de nuevas aplicaciones del azulejo. En el primer caso, la mitad de las compañías de la industria están ya inmersas en el desarrollo de esto proyectos o tienen pensando realizarlo a corto y medio plazo.