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Opinión | Reconciliar la política industrial y la política energética en España

Las reflexiones del director general de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen)

19.09.2024 11:08

La semana pasada conocíamos el informe que la Comisión encargó al exprimer ministro italiano Mario Draghi sobre la competitividad de nuestra Unión Europea. El informe The future of European competitiveness – A competitiveness strategy for Europe acomete como revitalizar la competitividad europea señalando como claves la energía y la industria, algo que desde Acogen hemos venido señalando insistentemente con conocimiento de causa y experiencia propia.

El objetivo de este informe —que incluye una primera parte estratégica de 69 páginas y un análisis y recomendaciones en profundidad de 328 páginas— es proponer una nueva estrategia industrial para Europa que aborde las barreras a la competitividad. Así, un «Nuevo Pacto Industrial Limpio para industrias competitivas y empleos de calidad» se presentará en los primeros 100 días del nuevo mandato de la Comisión Europea, una buena noticia de la que España debería tomar buena nota para sintonizar aprovechando sinergias y oportunidades.

Trinomio industria, energía y descarbonización

El informe recoge 140 medidas para fomentar la competitividad, de las que 22 tienen relación directa con la energía y la industria. Tal como señala, hay que alinear las políticas energéticas e industriales para reducir los costos energéticos, innovar y equilibrar el terreno de juego con la competencia exterior, asegurando que los esfuerzos de descarbonización impulsen y no socaven a la industria. La transición energética debe ser sostenible y competitiva para nuestras industrias, o no será.

Costes energéticos industriales altos

Los costes energéticos elevados están afectando negativamente a la industria manufacturera, impulsando a las empresas a considerar reubicaciones o reducciones en la producción, afirma el denominado informe Dragui.

Tanto Estados Unidos como China están apoyando mucho más a sus industrias manufactureras que Europa. Aunque hay otros factores involucrados en este declive industrial europeo además de los costes energéticos —como son la debilidad en la innovación, la falta de estrategia coordinada, la escalabilidad, la burocracia, etc.—, la energía para la competitividad de la industria es hoy por hoy el factor primordial.

Una industria débil no invierte

Los precios de la electricidad en Europa son de 2 a 3 veces más altos que en Estados Unidos, y los precios del gas natural son de 4 a 5 veces superiores. Así, las empresas europeas consideran que los costes energéticos elevados alejan e impiden sus inversiones en Europa.

Así las cosas, no es de extrañar que las industrias intensivas en energía hayan visto una caída en la producción del 10-15% desde 2021 por los altos precios de la energía, aumentándose las importaciones de países con costes energéticos más bajos.

El escenario que plantea el informe es que o se multiplica la inversión o Europa deberá elegir entre clima y competitividad: las importantes políticas climáticas desarrolladas en los últimos años no se han visto acompañadas de una política industrial europea acorde.

Electricidad y gas competitivos para la industria

No es baladí que el informe recoja 9 propuestas clave en el sector del gas, para hacer la transición a gases renovables de una manera rentable, porque el gas natural hoy y el gas renovable del mañana son muy importantes para la industria, por su capacidad para estabilizar los costos de energía, reducir la incertidumbre en la inversión y mejorar la competitividad de las industrias europeas en el escenario global. Algo que desde GasINDUSTRIAL y Sedigas se vienen esforzando en promover en España.

El informe señala también otras 9 medidas en el sector eléctrico que son cruciales. Por supuesto, hay medidas incluidas en las que España va a la cabeza, como la aceleración del desarrollo de las renovables, el fomento del autoconsumo, la flexibilidad, los PPAs, el almacenamiento..., pero deberíamos tomar buena nota de otras medidas que están siendo reclamadas desde sector eléctrico y las industrias con poco éxito en su materialización efectiva: burocracia (simplificar y agilizar los procesos de permisos y trámites burocráticos), redes (desarrollo y mejores interconexiones), acceso energético competitivo a sectores industriales clave, así como el desarrollo y mantenimiento de la capacidad nuclear.

La Alianza por la Competitividad de la Industria Española señala que “tras el informe Draghi, es ineludible potenciar con urgencia la competitividad de la industria” y también el Foro Industria y Energía titula que “El “Informe Draghi” abre la puerta a una reconciliación de las políticas energética e industrial”, y desde ACOGEN estamos totalmente de acuerdo con ambos.

La industria cogeneradora sigue en espera

La situación de la cogeneración en España es un claro exponente de la necesidad de un giro que sintonice la energía con la política industrial.

La cogeneración es promovida por la Unión Europea por sus innegables aportaciones a la competitividad, la eficiencia energética y la descarbonización industrial, el 11% de la electricidad de la UE y el 15% del calor se producen con cogeneración. Países como Alemania o Italia nos cuadruplican y triplican en cogeneración. En España, el 20% del PIB industrial se fabrica con cogeneración en industrias que mantienen más de 200.000 empleos directos.

Sin embargo, en nuestro país, la producción en cogeneración ha descendido un 35% desde el año 2021. Afortunadamente, ante este descalabro el MITERD ya ha empezado a tomar medidas y el pasado 4 de junio promulgó el nuevo marco de operación de la cogeneración mediante la Orden TED/526/2024 que sienta las bases de la recuperación.

Pero para recuperarse y no caer más hay que invertir, invertir para ser más eficientes y sostenibles. Los cogeneradores seguimos esperando que MITERD de un paso adelante y convoque las subastas de 1.200 MW para que los cogeneradores invirtamos 800 M€, unas subastas anunciadas hace 3 años e incluidas en el PNIEC. Las inversiones en cogeneración serán tractor para fijar la producción industrial en España y lograr mayores inversiones en capacidades productivas y, también, para potenciar inversiones en otras tecnologías energéticas de descarbonización. Y así seguimos, esperando, industrias alimentarias, químicas, papeleras, cerámicas, refino, automóvil, etc., sectores clave para el país, aguardan expectantes este anuncio.

También hemos solicitado prorrogar dos años la vida de las plantas que han finalizado su vida útil en los últimos 3 años —los que llevan de retraso las subastas— para mantener la operación competitiva en 145 fábricas afectadas (25% del sector cogenerador en España incluyendo el 40% del sector en Cataluña y el 30% en la Comunidad Valenciana) hasta que completen el nuevo ciclo de inversión.

Así las cosas, urge dar competitividad energética y certidumbre a la inversión en las industrias, lo mismo que dice Draghi lo llevamos diciendo desde hace varios años y convendría que el Gobierno tome nota de la conveniencia de reconciliar ahora la política energética con la política industrial.