El suministro de arcilla, la principal materia prima que utiliza la industria cerámica, se ha convertido en un quebradero de cabeza para las empresas del sector.La guerra en Ucrania, principal país de origen de este producto, ha frenado en seco la importación y las fábricas de baldosas no han tenido más remedio que buscarse la vida.
Es el caso de Grupo Pamesa que, tras contar con cinco explotaciones y licencias mineras en España ha decidido dar el salto al exterior y ha comprado la mitad de una empresa minera rumana.
El conglomerado que preside Fernando Roig acaba de adquirir el 50% del capital de la firma Danubian Argila, según avanzó el diario económico elEconomista y confirmaron a Mediterráneo fuentes de Pamesa. El primer productor cerámico europeo y cuarto a nivel mundial ha invertido dos millones de euros en una operación que le permitirá abastecerse de arcillas blancas y caolín, dado que la compañía rumana ya está realizando estudios y prospecciones en varias regiones del país para explotar nuevas minas.
La entrada de Pamesa en el accionariado de Danubian Argila forma parte de la estrategia de la azulejera de Castellón por tener el máximo control de las materias primas. De hecho, el propio Fernando Roig manifestó el pasado mes de junio, durante la presentación de los resultados del 2022 del grupo, que el objetivo era seguir invirtiendo en minas (el presidente se refirió sobre todo a las de Teruel) para asegurarse la cantidad y, sobre todo, la calidad de las arcillas. «Nuestra finalidad es conseguir un nivel de calidad similar a las de Ucrania», apuntó el máximo responsable de Pamesa.
Minas en la provincia de Teruel
Las nuevas minas que el grupo azulejero prevé gestionar en Rumanía se unirán a las cinco explotaciones mineras y licencias que Pamesa ya tiene en España. En concreto, la firma cerámica cuenta con cuatro minas en la provincia de Teruel (en los municipios de Galve, Seno, Mas de las Matas y Estercue) y el permiso para explotar la mina Mancilla de l’Alcora, procedente de los activos incluidos con la compra de Azuliber.
La adquisición del 50% de la compañía minera rumana no es la única adquisición que ha hecho Pamesa en los últimos meses. Hace apenas un mes la azulejera anunciaba la compra de una compañía dedicada a la fabricación de láminas cerámicas de gran formato. Se trata de Best Surface, ubicada en l’Alcora, y anteriormente propiedad del grupo italiano Laminam. La operación supuso también un cambio en la denominación de la firma adquirida, que ha pasado a llamarse Ascale y permitirá al grupo de Roig aumentar su capacidad productiva anual en 1.500.000 metros cuadrados.
Además, y pese a que 2022 fue un mal año para el sector azulejero por los elevados precios del gas, Pamesa logró esquivar la crisis y cerró el año con una facturación consolidada de 1.508 millones de euros. Una cifra que representa un crecimiento del 38% respecto a los 1.097 millones de 2021.
La principal partida correspondió a las ventas de cerámica, con 1.186 millones y una subida del 34%. Los ingresos relacionados con la energía eléctrica fueron de 65 millones, con un incremento del 35%, mientras que la mayor subida tiene que ver con la actividad de tierras atomizadas y similares, que pasó de los 167 millones del 2021 a los 257 del 2022, con un aumento del 55%.
Pese a los buenos datos, y como consecuencia directa de los altos costes energéticos, los beneficios antes de impuestos de la compañía se resintieron. Ascendieron a 81 millones de euros frente a los 97 millones del 2021, lo que supone una reducción del 16,5%.