Hay movimientos de empresas en la industria cerámica de Castellón que muestran la inestabilidad del sector. Uno de ellos es el concurso de acreedores en el que se encuentra inmersa una compañía de l’Alcora, Apolo Cerámicas.
Un edicto del juzgado de lo Mercantil Número 1 de Castellón publicó el 30 de junio en el Boletín Oficial del Estado un edicto en el que se dio a conocer que ya se ha presentado el informe de la administración concursal, junto con el inventario de bienes y derechos y la lista de acreedores.
Con este documento, se procede a la fase de liquidación de la compañía, creada en abril del año 2016, y que formaba parte de la asociación de fabricantes de productos cerámicos, Ascer. El procedimiento concursal fue iniciado en el mes de febrero, mientras que en junio fue remitido el informe de la administración concursal. En los últimos meses se han dado varios casos de empresas del sector que se han visto obligadas a cerrar ante la presión de los costes del gas y la electricidad. Algo que ha afectado especialmente a las compañías más pequeñas.
Uno de los ejemplos más recientes es el de la compañía Badiart. En este caso, el proceso concursal está muy avanzado, y las naves de la fábrica ya han salido a subasta.
El objetivo es que se pueda retomar la actividad azulejera, en unas instalaciones «preparadas para comenzar a producir» y que sirvan para generar empleo del mismo sector en la zona. Dicha industria se encuentra en la localidad de Onda.
Otra empresa que cerró definitivamente sus puertas recientemente fue Todagres, en Vila-real. En este caso, después de proceder al pago de las indemnizaciones por los despidos, se suma el destino de las naves industriales. Por el momento no se conoce la decisión del grupo propietario, Fuertes.
Según el informe de coyuntura de Ascer, presentado a finales del pasado año, hasta el 78% de las empresas presentan un riesgo elevado de supervivencia, debido al aumento de los costes y el retraso de las ayudas públicas prometidas.