Los propietarios del edificio calcinado en el barrio de Campanar de Valencia, agrupados en la asociación Aproicam, acaban de desvelar una de las incógnitas planteadas desde que decidieron reconstruir sus viviendas. Faltaba elegir el material de la fachada después de que el antiguo revestimiento con lana de roca convirtiera el edificio en una gran tea aquel fatídico 22 de febrero, y casi un año después, lo han hecho: finalmente se ha elegido el material cerámico como pieza articuladora del lenguaje estético y compositivo.
Así, según indican en el Estudio Arqueha, encargado de desarrollar el proyecto constructivo, las soluciones cerámicas cristalizadas en cualquiera de sus expresiones formales –piezas extrusionadas, prensadas, vitrificadas, prefabricadas– vestirán de nuevo el Edificio Campanar, como lo han bautizado con el permiso de los vecinos del barrio.
Por su parte, los residentes del bloque explican que este material no solo ofrece, »de manera natural e inherente, un comportamiento inmejorable como material incombustible», sino que guarda coherencia con las materias primas y el tejido industrial locales que, «unidos a una fuerte tradición en la historia de la construcción y la arquitectura valenciana, lo convierten en el mejor candidato».
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Asimismo, Arqueha destaca que en el proceso se acompañará de un equipo técnico formado por un grupo de ocho vecinos y la empresa SGS, que les ayudarán a agilizar y enfocar la toma de decisiones, ya que «los plazos y el tiempo, en este caso más que nunca, juegan en contra».
Habiendo realizado –en diciembre– la entrega del proyecto básico al ayuntamiento para la solicitud de los permisos de obras, ahora es momento de desarrollar el proyecto que sirva de base para la ejecución de las obras con el máximo de fiabilidad, «asegurando en todo momento que los objetivos de coste y plazo están bajo control». El foco está ahí y en garantizar los requerimientos vigentes en materia de seguridad –entre otras, contra incendios–, accesibilidad, funcionalidad y habitabilidad.
Finalmente, en referencia a los plazos cabe recordar que los trabajos de limpieza y desescombro se dieron por finiquitados a finales de la semana pasada, dejando en el proceso 900 toneladas de escombros.