Porcelanosa Grupo ha reavivado la magia navideña en Nueva York con una instalación singular en Madison Square Park, frente a su tienda insignia de la multinacional en la Quinta Avenida. En forma de caja de regalo gigante, este espacio ofreció a locales y turistas una experiencia singular entre el 10 y el 15 de diciembre.
La instalación, concebida como una monumental caja de regalo, destacaba por su diseño exterior. Revestida con el compacto mineral Krion, la estructura despertaba la curiosidad de los transeúntes; tanto por su pureza de formas como por sus dimensiones.
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El interior, diseñado para evocar la calidez del hogar, recreaba un salón navideño en el que los visitantes podían refugiarse del frío exterior. Las paredes, revestidas con el porcelánico de gran formato Xlight Vendome y el papel pintado Skins Empyreal Serpentine Bronze, que aportaban un toque sofisticado. Por su parte, el modelo cerámico efecto madera Par-ker Bruselas acentuaba el acogedor ambiente.
El mobiliario, que forma parte de la colección Living de Gamadecor, completaba el diseño con piezas funcionales y elegantes que permitieron envolviendo el espacio con sofisticación. La instalación cobró vida con un encendido de luces que marcó el inicio de esta acción navideña.
La programación en torno a la instalación del regalo gigante incluyó una selección de talleres diseñados para explorar la creatividad y destacar el valor de la artesanía y de los materiales. La artista Cristina Velasco, de Anaquiños de Papel, guió a los asistentes en la creación de figuras navideñas delicadamente realizadas con los papeles pintados Skins, de L’Antic Colonial.
Junto al estudio de productos de aromatización Eleven People, los participantes elaboraron ambientadores con aromas. Y la acuarelista Catalina Rodríguez impartió un taller en el que las piezas cerámicas se convirtieron en lienzos.
Estos originales talleres artesanales, que también se trasladaron a la tienda Porcelanosa en Brooklyn y que evocaban un tradicional mercadillo navideño, completaron una experiencia sensorial que puso de manifiesto la capacidad del diseño español para sorprender en pleno corazón de Manhattan.