La filial de Levantina en O Porriño (Levgranite) no encuentra solución ante la baja carga de trabajo de sus instalaciones, propiedad en su día de la antigua Graninter.
La dirección de la firma, controlada por el fondo Polus Capital Management, ha comunicado recientemente al comité de empresa su intención de iniciar un proceso de negociación para la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que tendrá una afectación «muy alta», como avanzó Faro de Vigo, pero sin indicar «ningún porcentaje ni detalle específico».
Fuentes sindicales prevén, como mínimo, que el recorte afecte al 60% de los cerca de 110 profesionales que forman parte de la plantilla, si no más
Fuentes sindicales prevén, como mínimo, que el recorte afecte al 60% de los cerca de 110 profesionales que forman parte de la plantilla, si no más, en línea con la ronda de despidos que la compañía propuso hace solo unos meses para su factoría de Novelda (el 75% de sus empleados) y su explotación de Monte Coto (el 50%).
En los próximos días se constituirá la mesa negociadora y el 7 de enero se presentará formalmente la propuesta, arrancando así al periodo de consultas formal que durará un máximo de un mes. «Lamentamos profundamente la incertidumbre que esta situación genera para toda la plantilla y reiteramos nuestro compromiso en la defensa de los derechos de las personas trabajadoras durante este proceso, dejando claros que se tiene que mantener la actividad industrial y no dejar las instalaciones como un mero almacén», denunciaron CC OO, UGT y CIG.
En un comunicado suscrito por las tres entidades, el comité de empresa deja claro que «todos los escenarios son posibles». «Afirman que están trabajando en una opción que permita continuar con la actividad productiva», explicó sobre la postura de la firma, aunque sin nada firme: «Quisieron matizar que no existe ningún compromiso formal de que esto vaya a ser así».
La antigua dirección de Levgranite, cuyo grueso se desligó de la sociedad este año, presentó hace unos meses una oferta por la planta que garantizaba «la sostenibilidad del empleo». Aseguraba «entre el 75% y el 80% del empleo», indicaron desde esta parte, que confirma que la misma fue rechazada el 23 de noviembre por Levantina. Desde la compañía esgrimieron este miércoles que, hoy en día, «no hay ninguna oferta seria sobre la mesa». A finales del mes pasado se pusieron sobre la mesa dos escenarios en caso de no conseguir carga de trabajo para las instalaciones: el primero, una posible venta de la fábrica, pero también un segundo de reestructuración.