El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) ha recibido un premio por su proyecto Life Eggshelence, un nuevo reconocimiento al ejemplo de simbiosis industrial y aprovechamiento de residuos para convertirlos en recursos, entre empresas ovoproductoras y cerámicas, en donde se ha logrado elaborar baldosas cerámicas en cuya composición existe el residuo de la cáscara de huevo y que ha contado con la financiación del Programa LIFE de la Unión Europea.
El premio ha sido concedido por el Institut Cerdá, que celebró ayer, 18 de febrero de 2025, en Madrid la 8ª edición del Observatorio de Innovación en Gran Consumo (OIGC) en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Allí fueron reconocidas las 20 mejores innovaciones desarrolladas en 2024 por la cadena de Gran Consumo, según la organización: “para transformar el sector y hacer frente a los retos actuales: la atención a unos consumidores cada vez más exigentes en cuanto a sostenibilidad, salud y personalización, más allá del binomio calidad-precio, así como la necesidad de mitigar y adaptarse al cambio climático y la búsqueda de la optimización de las operaciones”.
El premio fue recogido por la directora general del ITC, Yolanda Reig, el presidente, Juan Vicente Bono, la investigadora principal del proyecto, Francisca Quereda, y la gestora del mismo, María Celia Rodríguez, en presencia de autoridades como Teresa Riesgo, secretaria general de Innovación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Isabel Bombal, directora general de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y Carlos Cabrera, vicepresidente ejecutivo del Institut Cerdà, entre otras personalidades.
El OIGC, según explicó, ha identificado 350 casos de innovación tras consultar a más de 1.200 entidades del sector y llevar a cabo un proceso de monitorización y análisis durante once meses. De todas las iniciativas registradas, se preseleccionaron 60 proyectos, y un comité de 16 expertos independientes seleccionó finalmente las 20 innovaciones más destacadas del año, entre estas se encuentra el proyecto Life Eggshelence, como “Primer sistema capaz de separar el carbonato de la cáscara del huevo, para destinarlo a la fabricación de azulejos (consorcio liderado por el Instituto de Tecnología Cerámica)”