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“Hay sitio para el ‘low-cost’ en el azulejo, pero no es sostenible”

15.06.2016 09:24

Los directivos de las empresas azulejeras pueden respirar aliviados. La economía ha entrado en una fase de “crecimiento sólido” y hay margen para poder operar en el segmento de mercado low-cost, aunque no como estrategia a largo plazo, que siempre debe ser la de desarrollar productos de valor añadido que permitan mejorar el precio final de venta al público.

Fueron dos ideas que ayer lanzó el profesor de IESE en Dirección Financiera, Eduardo Martínez Abascal, quien impartió la conferencia Situación económica. Los números para aclararse en la sede de la patronal Ascer, donde desgranó los números macroeconómicos de España antes de la crisis, durante y después.

“Llevamos dos años seguidos con un PIB en fase positiva, con un crecimiento del 3%, y en este 2016, también crecerá al 3%, lo que significa que estamos en una fase de crecimiento sólido de la economía”, insistió Martínez Abascal, quien también calificó de “peligroso” hacerlo a tasas mayores, porque “esto significa que el país consume de más e invierte de más”, precisamente los dos factores que contribuyeron a que estallara la burbuja y a que la situación económica de España fuera peor que en otros países del mundo, como demuestra el la tasa de paro del 25%.

CUATRO ‘RECETAS’ // En este sentido, abundó en cuatro medidas que se deberían haber tomado para minimizar los efectos de la crisis: “Facilitar la vida a las empresas, devaluar el euro, facilitar el crédito y fomentar la eficiencia en el sector público”. A su juicio, la segunda y tercera receta ya se han aplicado, aunque eso sí, “muy tarde”, acusando de falta de reacción al Banco Central Europeo, responsable de la política monetaria y financiera de la UE.

Sobre facilitar la vida a las empresas, insistió hasta la saciedad que “el empleo solo lo crean las empresas, nadie más, y esto es algo que no quieren entender algunas personas”, desmintiendo la teoría de que el sector público también puede ser creador de puestos y generar riqueza. Y en esta línea, defendió que “se ha hecho algo”, pero “aún queda un largo camino”, para lo que citó ejemplos como contribuir a “abaratar el transporte” o aligerar “los trámites administrativos”.

Y aquí puso el dedo en el ojo de ayuntamientos y administraciones autonómicas, quienes conceden las autorizaciones para la apertura o ampliación de negocios --“no depende de Rajoy”, matizó--, destacando la caída de la inversión de mayo del 2015, justo con los cambios políticos de municipales y autonómicas.

SUSPENSO EN LOS AJUSTES // Y sí fue muy crítico en el punto de la mejora de la eficiencia en las administraciones públicas, “donde no se ha hecho nada”, pese a que se haya hablado de recortes. “Las administraciones deberían ser tan eficientes como lo habéis sido en vuestras empresas. Los políticos deben gastar la cantidad eficiente”, subrayó, y minimizó los impopulares recortes llevados a cabo en el 2011 por mínimos y superficiales, y la gran bolsa de economía sumergida.

¿Y EL AZULEJO? // El profesor Eduardo Martínez Abascal alabó el esfuerzo de las azulejeras por reorientar sus ventas al exterior, en lo que han sido modélicas, e incidió en la necesidad de que las empresas produzcan productos que puedan vender “más caro”. “No hay más remedio que evolucionar al producto que tenga mayor añadido”, insistió.