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Isabel Preysler deslumbra en Porcelanosa y Vargas Llosa tiene vínculos con Castellón

29.01.2016 09:57

Isabel Preysler y su pareja, el escritor Mario Vargas Llosa, se convirtieron ayer en el centro de todas las miradas durante la visita que realizaron a las instalaciones de Porcelanosa Grupo en Vila-real, con motivo de la XXIII Muestra Internacional de Arquitectura. En su estancia conocieron las novedades que ha lanzado la compañía y participaron en una campaña fotográfica cuyo contenido se desvelará próximamente. No en vano se han convertido en los mejores embajadores de la marca de cerámica.

Previamente, los dos participaron en un cóctel junto a decenas de clientes y profesionales del mercado norteamericano que tuvo lugar en la sala de exposiciones de la firma Venis, y en el que también hicieron acto de presencia el embajador de EEUU en Madrid, James Costos, y su marido, el interiorista de las celebridades de Hollywood Michael Smith.

Isabel Preysler deslumbró en Vila-real, como viene haciendo en cada una de sus apariciones públicas. Vestida con un pantalón ceñido de color negro que resaltaba su esbeltísima figura, que combinó con una blusa de color azul cielo con bordados de encaje, demostró una vez más que la sencillez es su principal arma de seducción y elegancia.

Minutos antes hacía su entrada, en medio de un gran aplauso, el escritor Mario Vargas Llosa, uno de los nombres más importantes de la literatura universal en castellano, ganador del Premio Nobel, y últimamente popular, muy a su pesar, por su relación sentimental con Preysler. Los dos exhibieron complicidad y saludaron a todos los presentes, con quienes conversaron animadamente y posaron para cuantas peticiones de fotos recibieron.

ANÉCDOTAS // Acompañándoles estuvieron el presidente de Porcelanosa Grupo, Manuel Colonques; y los consejeros delegados de Porcelanosa María José Soriano y Silvestre Segarra. Precisamente, Segarra protagonizó la anécdota de la jornada, cuando todos los clientes y amigos presentes en la muestra corearon al unísino el cumpleaños feliz, ya que celebraba su efeméride, tras lo que sopló simbólicamente una vela.

Pero no fue la única anécdota. Vargas Llosa se afanó inmediatamente a recordar a los presentes que, “muy posiblemente”, sus vínculos históricos familiares estén en Castellón, ya que una investigación que hizo “hace muchos años” determinó que sus ancestros podrían ser nacidos en la Llosa, “de ahí mi apellido”, que habrían emigrado hasta Sudamérica en busca de fortuna, hasta recalar en Perú, su país natal.

Él mismo reconoció no saber si, a día de hoy, tiene parientes en la Llosa, pero también desveló que, hace muchos años, en un viaje por carretera hacia Barcelona, desvió su coche para entrar en la localidad. También se mostró muy interesado en conocer Peñíscola, Vilafamés o Morella --el alcalde de Vila-real, José Benlloch, le recordó que ha sido reconocido como el pueblo más bello de España-- y la gastronomía local.

Y ya después, por si fuera poco, también conoció durante 45 minutos todo el proceso citrícola en las instalaciones de Invicto, donde fue recibido por su gerente Benito Llorca. Broche de oro.