Desconectar
Actualidad

Más cambios en la FP para que se adapte a la realidad empresarial

18.09.2016 19:35

Si hay algo que caracteriza al sector cerámico y a sus industrias proveedoras es su capacidad de innovación. Y esa apuesta empresarial por la I+D+I se ha mantenido intacta aún en los peores años de la crisis. Las compañías han apostado por ella como también lo han hecho los institutos tecnológicos, a pesar de los drásticos recortes a los que han sido sometidos durante los últimos años.

José Luis Ramón, director gerente de EFI Cretaprint, destacó que su compañía destina el 18% de sus cifras de venta a proyectos de I+D. “Es la única forma de ser competitivos”, apuntó al tiempo que añadió que la empresa está siempre abierta y atenta a las necesidades de todos los sectores en los que está presente para buscar las soluciones más innovadoras.

Las empresas no escatiman en I+D y el peso de los institutos tecnológicos continúa siendo relevante. Francisco Ramos, vicepresidente de la patronal cerámica Ascer, quiso resaltar la labor del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) de Castellón. “Ha sido y es una correa de transmisión importante entre la ciencia pura y la realidad y eso que en estos últimos años han trabajado con una gran precariedad de medios”.

El ITC está también muy presente en el seno de empresas como Macer. “En estos años nos hemos igualado al sector italiano gracias, en muy buena medida al ITC”, defendió Javier Adell, director comercial de la empresa líder en fabricación de moldes para prensas de la industria del azulejo. Adell abogó, no obstante, por promocionar el ITC. “Su papel es determinante, pero habría que promocionarlo más para diferenciarlo”, apostilló el directivo.

Macer camina de la mano del ITC pero hay otras empresas que optan por desarrollar su propia I+D. Es el caso de Vidres, una compañía que destina un porcentaje importante de sus recursos a proyectos de innovación. “El 98% de esos proyectos los desarrollamos en el seno de nuestra empresa y en ocasiones puntuales pedimos la colaboración de los institutos tecnológicos”, explicó Joaquín Font de Mora, consejero delegado de la compañía.

Innovar es clave como también lo es contar con los mejores profesionales. Y en eso el sector y la universidad también han hecho los deberes, aunque hay cosas a mejorar. “La universidad es la base, aunque el sector de los esmaltes se caracteriza por invertir muchísimo en la formación de sus profesionales”, describió José Cabedo, vocal de la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc).

Cabedo insistió en que el sector de los esmaltes no “maneja salario altos” por cuestiones de competitividad, pero sí puede presumir de la alta formación de sus profesionales. “El 25% de la plantilla de nuestras empresas son químicos o ingenieros químicos y hay una clara apuesta por la investigación”, apostilló.

EDUCACIÓN VERSUS EMPRESA // El papel de la universidad es indiscutible, pero la relación de la realidad educativa con las necesidades de las empresas es mejorable. “Hay que mejorar la Formación Profesional y reconducirla para que se adaptara mejor a las necesidades de las empresas”, argumentó José Vicente Tomás, vicepresidente de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Cerámica (Asebec), que abogó por copiar el modelo alemán, con una mayor formación práctica.

Joaquín Font de Mora, de Vidres, apuntó que una empresa puede invertir un año en preparar a un técnico. “Disponer de más recursos para formar profesionales nos vendría bien”.