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El mercado ruso sale de su 'hibernación' para el Tile of Spain

22.10.2018 09:26

Sin levantar las campanas al vuelo, el azulejo mira al este de Europa con una confianza renovada. Los números del mercado ruso, que llegó a ser uno de los más importantes para el sector antes de su caída brusca en el 2013, ya fueron positivos en el 2017 y vuelven a serlo en lo que va de año pese a la incertidumbre global y los problemas específicos del país. A ello se suma que los empresarios detectaron en la feria de Cersaie un aumento de las visitas que esperan ver traducidos en un crecimiento de los pedidos.

Según los datos del Instituto Español de Comercio Exterior, las exportaciones de cerámica a Rusia en los primeros siete meses del año sumaron 46,9 millones, lo que representa un aumento del 7,72% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, que ya fue positivo con un crecimiento del 13,68%. No obstante, los datos hasta julio son más valorados por el sector que los del año pasado, pues entonces se venía de una caída del 68% en dos ejercicios.

De confirmarse la tendencia hasta final de año, el azulejo podría ver cómo el nivel de ventas se sitúa alrededor de los 80 millones de euros, una cifra que no se alcanzaba desde el 2015. Por lo pronto, tal y como informan desde la patronal azulejera Ascer, los buenos resultados del último año y medio ya han permitido que Rusia vuelva a situarse en el top ten de los mercados más atractivos para el Tile of Spain, muy cerca de Marruecos o Arabia Saudí.

Pero no son solo las cifras lo que permite al sector ver la evolución rusa con moderado optimismo. Empresas como Ceracasa, que pese a las dificultades de los últimos años han mantenido su presencia en el país de los zares, detectaron en la pasada feria de Cersaie «un aumento de las visitas, con un aumento que no se observaba desde hacía años».

Así se expresó el director general de la firma, Carlos Cabrera, y también otro importante empresario del sector de los esmaltes. Eso sí, el descenso de los intercambios en los últimos años ha provocado que los grandes distribuidores rusos hayan desaparecido, y lo que se detecta en la actualidad es un nuevo perfil de clientes de tamaño medio, inferior al anterior.