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La salud también depende del diseño de tu hogar

05.01.2019 10:02

Sentirse bien, estar bien, vivir de manera saludable, depende no solo de nuestros hábitos, sino del espacio que nos rodea. Viviendas y hospitales se adaptan para conseguir espacios en los que, por ejemplo, la sobreexposición al ruido no altere la salud.

“Cada espacio debe de tener una acústica según el tipo de recinto”, advierte el Instituto Fraunhofer de Stuttgart (Alemania), para que no perturbe a quienes vivan o estén ocasionalmente en él.  De hecho el confort acústico empieza a ser un indispensable a la hora de diseñar un recinto.

Los elementos de confort para el trabajo y una vida relajada son la arquitectura, la climatización, la iluminación y, por último, la acústica, siendo este uno de los más influyentes en el humor y estado de ánimo de las personas. Por ello, la preocupación por el usuario está llevando a que la primera pregunta antes de plasmar un proyecto sea “¿cómo diseñar los recintos para que las personas se sientan a gusto en ellos?”, apuntan los expertos de Sto.

Well Building Standard
Con esta intención se ha desarrollado un estudio, Well Building Standard, con el que se pretende marcar un básico a edificios “saludables”, un protocolo que presenta un enfoque integral y se replantea el ambiente en función de sus ocupantes, transformando los lugares en que vivimos, trabajamos y aprendemos, en sistemas destinados a promover y mejorar la salud y el bienestar humano.

Well es el resultado de siete años de rigurosa investigación por parte de médicos, científicos y profesionales de la industria, desarrollado por Delos, una plataforma americana de consultoría, que busca diseños innovadores para construir un espacio saludable para el ser humano, y que colabora con la Clínica Mayo y la Universidad de Columbia.

“Nuestra intención es crear espacios armónicos y adecuados a cada estilo de vida gracias a nuevas tecnologías, materiales y distribución de las estancias”, comentan desde Delos.

Diseño para las personas
El estándar de construcción well desarrolla las mejores prácticas en diseño y construcción con criterios en materia de salud y bienestar.

Se trata de un diseño que se enfoca exclusivamente en las personas que ocupan los edificios y su beneficio saludable, que también intentan mostrar características eficientes para el planeta.

Las investigaciones realizadas sobre los efectos de los espacios en los individuos ha pasado por una evaluación científica y técnica minuciosa.

Con el fin de cumplir los requisitos del Estándar de Construcción Well, el espacio debe someterse a un proceso que incluye una evaluación in situ y pruebas de desempeño por un tercero.

El entorno y la salud
“Es decir, el entorno que nos rodea está ligado inexorablemente a nuestra salud física y mental”, comenta la directora e interiorista de Gärna Studio, Laura Gärna.

“El estándar de construcción ‘well’ aborda factores que juegan un rol fundamental en la salud cardiovascular: estrés, nutrición, ejercicio físico y contaminantes ambientales”, explica Gärna.

Y desvela que el confort mitiga el estrés y permite mantener el equilibrio hormonal del cuerpo. Además, una dieta saludable y un estilo de vida activo, controlan el peso corporal y fortalecen los músculos del corazón.

“La eliminación de los contaminantes ambientales en el aire, como el tabaco y los compuestos orgánicos volátiles (Volatile Organic Compounds, VOC), que dañan directamente al corazón y los vasos sanguíneos, también contribuye a lograr una buena salud cardiovascular”, incide la interiorista.

El confort mitiga el estrés
Por otro lado, los edificios y viviendas construidos bajo estas premisas ayudan a reducir los factores que influyen de manera negativa sobre la salud del aparato digestivo.

Las características de confort mitigan el estrés, que afecta la salud y la función del microbioma.

“En su conjunto, y de una forma global, las especificaciones del estándar “well” contribuyen a mantener una salud digestiva y general óptima”, concluye Laura Gärna.

El instituto Silestone, promovido por la firma de encimeras y elementos de cocina, indica que unos correctos hábitos de higiene son la base para una cocina segura. Maite Pelayo, microbióloga y miembro del Consejo Asesor de Instituto Silestone, lo explicó así en un taller sobre “Seguridad Alimentaria: puntos críticos y contaminación cruzada”.

“La seguridad alimentaria no se improvisa”, ha dicho la especialista, quien ha añadido que es el resultado de una serie de acciones a lo largo de toda la cadena de producción del alimento “desde su origen hasta su consumo”, encaminadas a evitar riesgos para la salud. Pelay0 hace especial hicapién en no romper nunca la cadena del frío y limpiar cuidadosamente los alimentos que se consuman en crudo.