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El Tile of Spain mejora el ADN de la cerámica

27.01.2019 22:49

El diseño cerámico para las firmas del Tile of Spain avanza en las últimas temporadas en dos direcciones, tal y como va a quedar de manifiesto de nuevo en Cevisama. Por un lado, priman las láminas cerámicas de gran formato y espesor mínimo; y, por otra parte, brillan con luz propia las colecciones que recuperan el sabor de la piezas pequeñas y más tradicionales.

Los expertos de Ascer, tal y como recoge la publicación periódica de la patronal (Ceraspaña), resaltan que las baldosas XXL “apuestan por diseños sobrios, limpios y tomando como inspiración la piedra, mármol e incluso alabastros y ónices”; mientras “las piezas más pequeñas rescatan aspectos muy ligados al ADN de la cerámica: el color, los efectos de los esmaltes, los decorados, los relieves...”.

De la complementariedad de ambas tendencias surge una completa oferta de las empresas del Tile of Spain, capaces de responder con acierto a cualquier línea de diseño. Esta versatilidad se plasma en cuatro tendencias en boga.

El color como elemento diferencial. No hay tonalidad que se resista a la cerámica, desde las gamas más vivas a tonalidades empolvadas. Incluso con el blanco, la oferta se multiplica ofreciendo infinidad de diferentes matices del blanco. El juego de tonalidades es capaz de distorsionar las formas, dilatar el espacio y crear juegos de luz muy interesantes. Se recuperan así las tendencias de los 80, en las que el color era imprescindible en la decoración y no existían prejuicios para incorporarlo al hogar. También los tonos oscuros encuentran su espacio en las nuevas colecciones cerámicas.

Los juegos geométricos ganan adeptos. El Tile of Spain toma como base las decoraciones y grafismos del art déco de los años 20 y 30. De esta manera, se construyen espacios originales y llamativos que crean ambientes sofisticados. Piezas que se inspiran en los suelos hidráulicos propios de finales del siglo XIX, pero revisitadas y con diseños y colores audaces. Sus múltiples posibilidades de colocación y combinación buscan ese efecto visual tan característico derivado del tipo de dibujo, basado en los motivos arabescos, geométricos o en los florales, clásicos que no pasan de moda.

La tercera dimensión. Uno de los rasgos más característicos de la cerámica es la capacidad de atravesar las dos dimensiones y ganar volumen con relieves que pueden ser desde suaves tramas o incluso efectos muy sutiles de los esmaltes a volúmenes 3D que rozan lo escultórico. Combinar diversas texturas permite diferenciar espacios y realzar la estética de los suelos y paredes. Es la tendencia perfecta para aquellos con especial sensibilidad por el reflejo de la luz y la elegancia de los contrastes sutiles.

Más allá de las formas clásicas. También se multiplican las opciones en cuanto a formatos se refiere, yendo más allá de las formas cuadradas, rectangulares e incluso hexagonales y proponiendo piezas con forma de escama de pez, triangulares o circulares. La versatilidad de la cerámica no conoce fronteras y se convierte en un material clave para cualquier proyecto por sus infinitas opciones, con un sabor auténtico.