ERE en Levantina | Los sindicatos trasladan sus peticiones a la empresa
Las centrales intentarán reducir los 224 despidos en la planta de Novelda y Monte Coto. La compañía también ultima su marcha del municipio gallego de O Porriño
- Las instalaciones de Levantina.
Presentado el ERE, ahora llega el momento de la negociación. Y los sindicatos piensan pelear al máximo por amortiguar el impacto de los 224 despidos que pretende la marmolera Levantina en su planta de Novelda y la cantera de Monte Coto. Primero, intentando reducir el número de afectados, y segundo, reclamando indemnizaciones adicionales a las previstas legalmente para cada uno de los trabajadores que finalmente tengan que dejar la empresa. Todo en un contexto en el que la compañía también está ultimando su salida del municipio gallego de O Porriño, donde se encuentra ubicada su filial Levgranite.
El mayor productor español de piedra natural, en manos del fondo Polus Capital Management, presentaba el pasado martes un expediente de extinción de contratos que afecta al 75 % de su plantilla en la planta de Novelda y al 50 % de la cantera de Monte Coto. En la práctica, la mitad de su plantilla en la provincia de Alicante. La empresa justificaba la medida en el proceso de reestructuración de sus divisiones de minería y mármol, con el objetivo de adaptar la organización a las actuales demandas del mercado y garantizar su viabilidad futura.
Negociación
Con estos antecedentes, está previsto que la próxima semana los responsables de la empresa y los sindicatos se sienten a negociar sobre el contenido del ERE, siendo la intención de las centrales la de minimizar al máximo el impacto de la medida. Según han explicado fuentes de CC OO, el objetivo inicial pasa por reducir el número de trabajadores afectados, así como obtener indemnizaciones adicionales superiores a las legalmente previstas. Otra de las cuestiones que se pondrán encima de la mesa será la aplicación de medidas de acompañamiento social.
Todo ello en un contexto en el que el anuncio de los despidos han causado un fuerte impacto en Novelda y en el conjunto de la comarca, teniendo en cuenta que, aparte de este municipio, hay empleados de otras localidades de alrededor.
Mientras todo esto sucede, se ha conocido que Levantina tiene intención de aplicar recortes que afectan a otros territorios, y más concretamente a Galicia, donde los planes de la compañía avanzan directamente hacia su marcha de O Porriño, municipio en el que su filial Levgranite se asienta a lo largo de 10 hectáreas. No obstante, empresarios gallegos han realizado una oferta al gigantesco conglomerado por estas instalaciones, con el objetivo de «garantizar la sostenibilidad del empleo».
Coyuntura complicada
La coyuntura es especialmente delicada en lo que a la fábrica porriñesa compete, teniendo en cuenta que en este caso se optó por realizar un expediente de regulación temporal de empleo por causas de producción. Llamaba la atención sobre esta medida el sindicato UGT, para más inri, hace solo dos meses, luego de reunirse con la Xunta para mostrar su preocupación sobre el futuro de la actividad y pedir su implicación ante cualquier acción que supusiera su descapitalización.
La posición del Gobierno gallego es clara; el Ejecutivo de Alfonso Rueda trasladó entonces, y mantiene, que está en contacto con ambas partes y pondrá «todos los instrumentos al alcance» para asegurar el empleo. Unos 125 trabajadores. En paralelo a ello, fuentes próximas y mediadoras en el proceso confirman que la unidad productiva está en venta y que conocen, hasta la fecha, al menos una oferta no vinculante.
Según se ha podido saber, esta propuesta pertenece a la antigua dirección de Levgranite, cuyo grueso se desligó recientemente de la sociedad. Levgranite, antigua Graninter y que Levantina adquirió en 2006, es una «histórica» que se ha coronado durante muchos años como la mayor granitera por volumen de España.
La oferta, de la que no han trascendido más detalles más allá de que busca «garantizar la sostenibilidad del empleo», habría llegado ya hasta la cúpula de la multinacional, que ha obviado responder sobre si ha puesto a la venta la totalidad de sus instalaciones y si el propósito de la compañía es marcharse de O Porriño: «No hay más información de momento, más allá del ERE». El expediente de extinción de contratos al que hacen referencia desde el gigante de la piedra es el que se cierne sobre la provincia de Alicante, algo que ya ha hecho saltar las alarmas en Galicia.
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