Al Gobierno de Pedro Sánchez le han llovido las críticas por el paquete de medidas para ayudar al azulejo que fue aprobado en el Consejo de Ministros del pasado martes.
La principal industria de Castellón, que lleva un año asfixiada por los inasumibles precios del gas, esperaba mucho más de un decreto ley largamente reivindicado y que, en un plazo máximo de seis meses, va a poner sobre la mesa 450 millones de ayudas directas para 25 sectores gasintensivos y una línea inmediata de 500 millones en créditos ICO. Consciente de la enorme decepción que en la provincia han causado las nuevas medidas, la ministra de Industria, Reyes Maroto, responde al azulejo.
En una entrevista telefónica con Mediterráneo, la también candidata socialista a la alcaldía de Madrid pide un voto de confianza y asegura estar convencida de que los resultados se van a empezar a notar muy pronto.
-El azulejo, con el respaldo de la Generalitat Valenciana y de la práctica totalidad de las instituciones de la provincia, llevaba meses reclamando medidas urgentes y lo que se ha encontrado es que el ministerio que usted dirige se da de plazo seis meses para articularlas. ¿Eso es darse prisa?
-Vamos a tratar de agilizar la orden y nos hemos dado ese tiempo porque tenemos que tener la autorización de la Comisión Europea. Hemos definido un conjunto de de medidas de apoyo de ayuda pública sobre el marco temporal que la CE revisó en octubre y, desde luego, esperamos reducir los plazos. Somos conscientes de que el clúster cerámico y el conjunto de las 25 actividades que hemos incorporado necesitan cuanto antes esas ayudas y, por lo tanto, vamos a intentar agilizarlas.
Además, hemos querido ser prudentes y, por eso, el refuerzo que se ha hecho en las medidas que aprobamos el martes con la línea de créditos ICO, dotada de 500 millones que van avalados al 90%. Solamente existe un procedente de un sector que tuvo esa sobreprotección y fueron las agencias de viaje durante la pandemia.
-Anuncia que van a ponerse a trabajar para articular esas ayudas, pero las empresas del sector insisten en que las necesita ya. ¿No teme que cuando finalmente estén disponibles sea tarde?
-Insisto en que vamos a intentar ser lo más ágiles posibles. Pero es que, junto al paquete de ayudas directas también hemos aprobado un conjunto de medidas fiscales y regulatorias de las que el sector también va a poder beneficiarse. Hemos mantenido, por ejemplo, la suspensión del impuesto del valor de la producción; también del impuesto especial a la electricidad: mantenemos también la cogeneración dentro del mecanismo ibérico, así como la rebaja de peajes de la electricidad. Y hay otro elemento importante de cara al 2023: a partir de febrero se va a poner en marcha el tope del precio del gas.
En resumen, agilidad absoluta, ya que nosotros somos los primeros interesados en que esas ayudas directas lleguen a las empresas, pero también confianza porque a partir del 1 de enero las empresas van a contar con una red de protección que les va a permitir también reducir sus costes energéticos.
-Otra de las críticas del azulejo tiene que ver con el hecho de que las ayudas de 450 millones tendrán que ser repartidas entre empresas que pertenecen a 25 actividades diferentes. ¿No cree que hay demasiadas bocas para el tamaño del pastel?
-El esquema de ayudas que tenemos todavía que articular, y que lo vamos a hacer hablando con los sectores económicos, se hará teniendo en cuenta la distinta intensidad de gas que tiene cada actividad. Se trata de un esquema mucho más generoso que el que habíamos implementado en decretos anteriores, donde se limitada la ayuda a 400.000 euros por empresa.
Ahora, en cambio, estamos hablando de una horquilla que va de los 4 millones a los 150 millones. Es verdad que son 25 las CNAE incluidas, pero sí le puedo confirmar que se va a tener en cuenta la distinta situación en la que se encuentran los sectores industriales. Los más gasintensivos y los más afectados por el incremento de costes que puedan justificar reducciones en el ebitda van a tener una mayor intensidad de ayudas. Se articulará, por tanto, un esquema que va a tener en cuenta la diferentes situaciones que se encuentran las CNAES.
-La horquilla de dinero que llegará a las empresas será mayor que en anteriores convocatorias, pero al azulejo esos 450 millones le parecen totalmente insuficientes, sobre todo si se tiene en cuenta que esta industria va a cerrar el 2022 con una pérdidas que superan los 1.000 millones de euros. ¿No hubiera sido posible subir la cifra?
-Son ayudas muy generosas. ¿Que son insuficientes? Depende de cómo evaluemos la medida. Si solo evaluamos una de las iniciativas puedo entender que el sector del azulejo la considere insuficiente, pero insisto en que el Real Decreto Ley contempla un conjunto de medidas que van más allá de las ayudas directas, que son muy importantes. Van a tener acceso a una línea hiperprotegida de ICO al 90%, rebajas de impuestos, mecanismos ibérico a la cogeneración...
E insisto en que a partir de febrero entra en vigor el tope de gas que va a ser fundamental porque ya se está viendo que se está reduciendo la volatilidad de los precios. También estamos también trabajando con las distintas asociaciones en algo que nos había pedido y es formar parte de la plataforma de compra centralizada de gas.
Precisamente ayer (el miércoles para el lector) tuvimos una primera reunión con las asociaciones, entre ellas Ascer. Por lo tanto, quiero dar confianza. Tenemos un paquete de medidas que se complementan entre sí, que inciden mucho en la prioridad política que tenemos. No solo podemos mirar una línea, sino que son un conjunto de medidas que superan los 1.000 millones para la industria gasintensiva y electrointensiva. Y todas ellas, junto al conjunto de medidas que se van a poner en marcha en 2023 a nivel europeo, estoy convencida de que van a permitir , no solo proteger, sino también reactivar esa actividad industrial que para nosotros resulta fundamental.
-En la relación de las 25 actividades que van a poder beneficiarse de la línea de ayudas directas han vuelto a dejarse fuera a los esmaltes, tal y como ya ocurrió en la primera convocatoria del mes de marzo. ¿Ha sido fruto de un error excluir a un sector con enorme peso en Castellón y que también es un gran consumidor de gas?
-No es un error y lo quiero explicar. Para definir el esquema de ayudas tenemos que hablar con la CE. Hemos visto lo que han hecho otros países y el indicador que ahora mismo están utilizando la mayoría de ellos para definir el acceso a esas ayudas directas es por consumo de gas por instalación, en una horquilla que va de 1 gigavatio hora a 4 gigavatios. El sector de los esmaltes está por debajo.
Nosotros hemos fijado 1,5 que es la media que están utilizando la mayor parte de países europeos y estamos siendo más conservadores que países como Francia que han situado el umbral en 4. No obstante, vamos a tener una conversación con algunos sectores que efectivamente han quedado fuera. Repito que es un indicador objetivo, ya que nos hemos ido a la media, igual que Italia o Alemania). Teníamos que fijar un umbral y hemos elegido ese, aunque vamos a intentar ser flexibles como lo fuimos también en los esquemas de ayudas que sacamos anteriormente para que empresas que no cumplan ese requisito podamos justificar su idoneidad y estén dentro de estas ayudas del este marco temporal. Hay que tener en cuenta que es muy importante ser rigurosos porque la CE tiene que autorizar ese esquema.
Somos sensibles a todas las reivindicaciones, pero el punto de partida tenía que ser uno y ese es el motivo porque el se han quedado fuera no solo los esmaltes, sino también otras actividades como los acabados de textiles. Estamos hablando con ellos para que en el diseño de las ayudas podamos encontrar criterios objetivos para incluirlos y que la CE lo apruebe.
-Las empresas del azulejo llevan meses mirando con envidia lo que ha hecho el gobierno italiano con sus empresas, bonificando hasta el 40% de la diferencia del precio del gas de sus facturas respecto a 2019. ¿Por qué no han exportado esa receta que tanto agranda al clúster cerámico español?
-Esta conversación ya la hemos tenido con los sectores gasintensivos. Todos los países nos miramos. En la pandemia pusimos en marcha toda una serie de medidas que han resultado eficaces y hoy España es uno de los países de la UE que más va a crecer. Estamos en niveles máximos de empleo y en una contención de la inflación. Yo hablo también de resultados. Somos un gobierno que toma medidas adaptada al contexto. Y creo que este paquete mira de nuevo a los sectores más afectados por la crisis energética a los que les pido confianza. Si lo hemos conseguido en la pandemia, ahora también estamos convencidos de que estas medidas van a generar confianza y esperamos que tengan los mismo resultados como las medidas que lanzamos durante la pandemia. El ejercicio de comparación con otros países lo hacemos siempre, pero nosotros somos un gobierno muy responsable y vamos a tener confianza, ya que intentamos anticiparnos y tener en todo momento una escucha muy activa con los sectores afectados .
Y le vuelvo a insistir: confianza y no centrarse solo en una o dos medidas concretas, sino en el conjunto de medidas que hemos articulado y van a impactar de una manera muy positiva en nuestra industria. Esperamos que dentro de seis meses, cuando hagamos una evaluación, podamos estar satisfechos, ya que haremos una tutela de resultados. Si mejoran, perfecto y si continúan las perturbaciones seguiremos tomando medidas, dado que somos un gobierno responsable que ha puesto la política industrial como política de estado. Para nosotros es una prioridad ayudar a nuestra industria y que salga reforzada de esta crisis energética.
-Dentro de seis meses avanza que van a evaluar este paquete de medidas, pero de nuevo el sector avisa que llegan meses muy duros y que no van a tener más remedio que volver a recurrir a ERTE, paros de producción e incluso se acelerará la fuga de empresas e inversiones hacia otros países. ¿Es consciente de la gravedad de la situación?
-Quiero trasladar al azulejo un mensaje. Primero de compromiso total . Tenemos una interlocución muy buena, directa. Con Ascer, de hecho, mantengo una relación muy fluida, también con el sector de las fritas. Yo, desde luego, soy más optimista y creo que tenemos argumentos para serlo. No solo porque el conjunto de medidas a nivel nacional están adaptadas a l situación que vive el sector, sino también por las que se pondrán en marcha a nivel europeo. Todas ellas van a ser eficaces. No obstante, también soy prudente y estoy cerca de sus sensibilidades. Y con esa prudencia creo que tenemos que ir tomando medidas en función de la evolución de la situación. Una eficacia que pasa por proteger estas capacidades industriales y el empleo y reactivar cuanto antes las plantas. Como le digo les pido confianza, porque nosotros tenemos plena confianza con el azulejo, una sector que sufrió mucho con la crisis del 2008 y supo reinventarse, una actividad que conozco que en la anterior crisis estuvo muy sola porque entonces se adoptaron mediadas que protegieron a los bancos. Hoy, en cambio, protegemos a las empresas y trabajadores.