ERE de Levantina | La planta gallega de la firma encadena pérdidas por cinco millones en dos años
La firma admite que hubo una oferta de compra realizada por la antigua dirección de Levgranite, pero remarca que no cumplió los requisitos para ser catalogada como «seria»
- Concentración de los trabajadores de Levgranite ante su fábrica la pasada semana.
Las negociaciones del ERE que Levantina ha activado para su fábrica de O Porriño, Levgranite, arrancaron el pasado miércoles y prosiguieron este lunes en una nueva reunión celebrada entre la cúpula de la compañía y el comité de empresa que será decisiva para el futuro de unas instalaciones referentes en la localidad pontevedresa e icono del sector del granito a nivel autonómico y nacional —no hay que olvidar que este centro, antaño antigua Graninter, fue en su día el más productivo de toda España—.
Según pudo saber Faro de Vigo de mano de fuentes sindicales, en el encuentro el grupo incidió en la inviabilidad de la actividad industrial, cuya intención es suprimir tras despedir a 95 de los 116 trabajadores que posee en estos momentos para solo mantener la actividad logística y comercial. Al respecto, la firma argumentó pérdidas por cinco millones de euros en los últimos dos ejercicios (2,85 en 2024 y 2,2 en 2023) que acreditan su insostenible situación, dejando claro que la propiedad —Polus Capital Management— no está dispuesta a hacer más inyecciones económicas.
Este razonamiento choca con la postura esgrimida por la representación de la plantilla, que sostiene que la actividad industrial es «económicamente viable» y, sin ella, la rama logística y comercial también acabarán desapareciendo con el tiempo, consagrándose el desmantelamiento absoluto de la planta.
Por este motivo se rechazó el expediente de regulación de empleo y este lunes se pidió a la dirección que para la próxima cita traiga consigo un planteamiento distinto al punto y final de la producción: «Reconvertir una fábrica en un almacén es cerrar, lo tenemos claro. La decisión tiene que cambiar y a partir de ahí podremos hablar de qué modelo productivo quedará... Con más o menos puestos. Pero plantear cifras de recorte no tiene por ahora sentido».
En declaraciones a este periódico, desde Levantina admitieron este lunes a Faro de Vigo que sí hubo una negociación con el antiguo equipo directivo de Levgranite —que presentó una propuesta para hacerse con la planta tras quedar fuera de la gestión— pero que no cumplió ningún requisito: «Para valorar una oferta como seria esta tiene que reunir dos puntos clave: que la oferta garantice la viabilidad económica de la compañía y que garantice los puestos de trabajo. Esta oferta en concreto no reunía estos dos puntos».
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