La industria cerámica de Castellón no ha dejado atrás los efectos de la crisis energética, las pérdidas económicas derivadas de la guerra en Ucrania y la consiguiente disminución de la demanda. El 2023 concluyó con el peor nivel de producción de la última década, con unos 400 millones de metros cuadrados fabricados, muy lejos de los 587 millones al cierre del 2021. Además, la facturación total bajó el 14%, las exportaciones un 17% y las ventas domésticas un 7%.
La situación del 2024 es ligeramente mejor, pero con las actuales circunstancias la recuperación plena de la actividad no se vislumbra hasta dentro de unos años. Por el momento, la producción de enero a abril ha subido un 9,2%, mientras que en el mismo periodo las exportaciones siguen en saldo negativo, con un retroceso del 5,14%.
Ante todas estas circunstancias, la industria espera la toma de medidas por parte de las administraciones para aliviar una situación muy compleja, que arrastra al conjunto de la economía de la provincia. Tal y como señaló el presidente de la patronal autonómica, CEV, Salvador Navarro, en la provincia «hay una situación complicada, porque el sector está en una situación complicada». Unas palabras que pronunció en el transcurso de la visita de la comisión de Industria del Congreso de los Diputados a la cerámica.
Moratoria
En medio de este panorama, el Consejo de Ministros del próximo martes aportará un alivio para el sector, según ha podido confirmar este periódico. Se trata de una moratoria de seis meses para que las empresas que recibieron ayudas del Gobierno a comienzos de este año puedan tener más tiempo en el cumplimiento del plazo de pagos a los proveedores. Esta medida fue anunciada en el mes de febrero por la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, pero requería de la aprobación del Gobierno.
De esta manera, a partir del miércoles se publicará esta modificación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y las empresas receptoras de la subvención pública por el incremento de precios del gas podrán tener un tiempo adicional, hasta finales del 2024, para cumplir con las condiciones de la ley Crea y Crece. La normativa establece que los pagos deben completarse en un periodo máximo de 60 días. Algo que pocas firmas del sector pueden cumplir en estos momentos.
La medida se establece «para los solicitantes de la línea de ayudas para la compensación de los costes adicionales debidos al aumento excepcional de los precios del gas natural. Esta línea de ayudas se incluyó en el real decreto-ley 5/2023, de 28 de junio, por el que se adoptan y prorrogan determinadas medidas de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la Guerra de Ucrania».
La propia secretaria de Estado detalló, en una entrevista a este periódico en el mes de marzo, su objetivo: «Una de nuestras primeras medidas fue ampliar la excepción para cumplir con el periodo de pago para la cerámica. Mi paso por la Generalitat me hizo conocer muy bien el sector y por eso trabajamos desde el minuto cero para que esta excepción de seis meses se pudiera alargar seis meses más. Yo he venido contándole con detalle al ministro la realidad de un sector altamente exportador y que por eso tiene esas dificultades a la hora de poder regularizar su situación».
Negociaciones
Según ha podido conocer Mediterráneo de fuentes ministeriales, esta prórroga ha sido el resultado de negociaciones entre diferentes áreas del Gobierno. Este procedimiento del Gobierno era uno de los principales compromisos del ministerio con la industria azulejera y el resto de sectores gasintensivos del país, y estaba pendiente de aprobación, ya que el plazo actual culminaba el 30 de junio. De no hacerse este trámite en el Consejo de Ministros y el BOE, muchas empresas se podrían ver obligadas a devolver las ayudas.
La provincia de Castellón es una de las que recibió más dinero, repartido entre 71 empresas. La mayor parte de ellas fueron fabricantes de cerámica, pero también hubo compañías de esmaltes para este sector, firmas químicas y hasta empresas de cartonajes.
Un largo recorrido
Las ayudas tuvieron un camino tortuoso para hacerse realidad. Se anunciaron a finales del 2022, y a lo largo de casi todo el 2023 se tramitaron sus normas. Entre medias, hubo dos cambios en la cúpula del Ministerio de Industria. Reyes Maroto dio paso a Héctor Gómez, que acordó con la cerámica la primera prórroga del cumplimiento del periodo de pago.
Tras las elecciones generales de julio del 2023 le sustituyó Jordi Hereu, que nombró a la valenciana Rebeca Torró como secretaria de Estado de Industria.
¿Nuevas ayudas?
Completado este paso, son diversas las voces que reclaman más actuaciones para evitar la desaparición de la industria cerámica, que en el futuro tiene como grandes desafíos la competencia desleal de terceros países (que no tienen que cumplir las condiciones ambientales y laborales de la Unión Europea), así como la necesidad de cambiar sus sistemas de producción por mecanismos menos contaminantes, hasta llegar en el 2050 a la cota de emisiones cero de CO2.
Desde el Ministerio de Industria se ha señalado en diferentes ocasiones que se está en disposición de preparar ayudas para acompañar al azulejo y sus industrias auxiliares en el proceso de descarbonización. Un cambio que todavía no cuenta con tecnología madura para ello. Por esta razón, con pocas las empresas del sector que han solicitado ayudas de los Perte para la descarbonización industrial.